lunes, 26 de diciembre de 2011

Circular por los Trevejiles, Cañada de los Caballeros y Masegosos

      Mi hijo y yo, acompañados de Javi y Ana nos disponemos a efectuar este recorrido en el que visitaremos los lugares que se mencionan en el título.
      Iniciamos la excursión desde la carretera de Villanueva del Arzobispo al Tranco de Beas, en donde se encuentra la fuente de los Masegosos. Dejamos el vehículo en la explanada y nos encaminamos ascendiendo por esa carretera asfaltada en dirección a la cortijada de la Hoya de los Trevejiles. Existen en éste lugar varios cortijos, alguno es alojamiento rural, y la casa forestal situada unos metros por encima de los anteriores. Hacemos una breve parada para contemplar el lugar y seguimos nuestro camino que a partir de ahora será por pista forestal.
      Durante toda la primera mitad del recorrido caminamos ascendiendo, en éste primer tramo con más desnivel, el carril traza varias curvas para ganar altura, llegamos en la última de ellas a un mirador natural en el que se divisan unas buenas panorámicas de la zona norte de la Sierra de las Villas (Lagunillas, Enjambre, loma de la Be, ojo del agua de los Perros, etc.), luego en la cañada de los Caballeros se suaviza la pendiente y se asciende sobre la despejada pista casi recta hasta el final del valle. En la primera curva cerrada a la izquierda nos salimos del trazado del carril por la derecha, intentando caminar por una perdida senda y buscando el collado que existe al fondo. El desnivel aumenta conforme caminamos y la senda, en los últimos metros se pierde, por lo que atrochamos hasta que damos con una pista que en esa zona se encuentra ya en mal estado.
      Seguimos por esta pista a la izquierda durante unos metros, ya casi llaneando y al llegar al collado final decidimos hacer una parada para almorzar, recuperar fuerzas y deleitarnos con las buenas panorámicas que se observan desde éste lugar, que además de los anteriormente citados, que se observan a más altitud, podemos ver los de la otra vertiente (Puntal de la Sabina, Guijarrón y algo del pantano del Tranco entre la niebla).
      Repuestos ya del trayecto realizado hasta este momento, reanudamos nuestra marcha, que a partir de ahora se efectuará siempre en descenso.
      Seguimos unos cientos de metros por ésta pista que transcurre por la cumbre hasta que la abandonamos por la derecha para caminar por otro sendero muy perdido que se dirige valle abajo en dirección a los Masegosos.
      Poco después nos topamos con un cruce de carriles, seguimos por el del enfrente, que baja a los Masegosos. Éste carril poco antes de llegar a nuestro destino, en el valle, se pierde y se convierte en un perdido sendero.
      Decidimos continuar por la ladera derecha del arroyo, error, ya que al llegar a los antiguos bancales de cultivo, nos encontramos que el acceso a los cortijos, que podemos ver frente a nosotros, se encuentran invadidos por grandes masas de zarzas que imposibilitan el acceso a éstos. Vamos rodeándolos en busca de de algún paso pero éstos acaban en un barranquete con bastante desnivel que dificultan bastante el paso a la otra vertiente.  Es por esto por lo que al llegar el sendero al valle final, hay que cambiar a la vertiente izquierda en busca de la cortijada para que no pase lo anteriormente comentado.
      Seguimos nuestro camino, ya casi campo a través, por una zona que cada vez se escarpa más ya que el arroyo se encajona por una pequeña cerrada, y nosotros por la vertiente de la derecha tratamos de encontrar un paso.
      Después de unos cientos de metros el terreno se vuelve a abrir en nuestra vertiente, damos con una primera zona de olivos en un pequeño valle. Frente a nosotros, en la otra ladera, grandes paredes imposibilitan el paso. Tratamos de cruzar estos olivos y llegar al carril de acceso que se encuentra al otro lado, pero nos damos cuenta de que están cercados y la valla se encuentra enmatojada por lo que nos impide también el rodeo, así que continuamos remontando una ladera en busca del carril principal que debe de estar en esa dirección.
      Una vez remontada la ladera, conseguimos por fin divisar la pista que asciende desde los Trevejiles bajo nosotros, así que descendemos hasta ella. Una vez que conectamos con ésta, seguimos a la derecha, descendiendo hasta que llegamos a la cortijada de los Trevejiles. Allí tomamos otra vez la carretera asfaltada que nos llevará al punto de salida, la fuente de los Masegosos, donde termina nuestra excursión de este día.

Datos Técnicos:

      Tipo de recorrido: Circular

      Distancia: 11,46 Km.

      Tiempo estimado: 4:07 Horas

      Altura mínima: 576 m.

      Altura máxima: 1.216 m.

      Dificultad: Baja

Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico

domingo, 18 de diciembre de 2011

Al Banderillas desde los Campos del Espino

      En este frio y soleado día de diciembre, nos disponemos a realizar este bonito recorrido partiendo del carril que conduce a Pinar Negro y Charcones, que en el último tramo se presenta bastante embarrado.

       Dejamos el vehículo y caminamos por el carril en dirección a las Banderillas, que se nos presentan enfrente como una enorme mole montañosa. Después de aproximadamente 1,7 Km de llaneo, llegamos a un cruce. Al frente se sigue hacia la casa forestal abandonada de Pinar Negro, enorme, continúa a los charcones y al final podríamos llegar a Ramblaseca. Pero tomamos el de la derecha, que nos llevará hacia nuestro objetivo.

      En los primeros metros es una pequeña subida hacia un primer collado, que realmente es el final de la cuerda del Banderillas. En este lugar, en el que existe un pino ya seco, podremos observar unas primeras vistas de la zona norte, es el impresionante barranco del Recó del Aguamulas el que se presenta justo bajo nosotros, y más adelante el valle de éste rio, tributario del Guadalquivir justo en la cola del pantano del Tranco. Toda la vertiente SO de la sierra de las Villas la tenemos de fondo. Más cercanos, a éste lado del valle del Guadalquivir, frente a nosotros se encuentran el Mulón y el Castellón de los Toros. Bajo éste último, entre las sombras todavía de la mañana, distinguimos la explanada final del carril que sube de la casa de los Bonales abajo, en el Valle, y varios cortijos abandonados, los de la Fresnedilla. A la izquierda se ven asomar entre los acantilados las casas de la Hoya de la Albardía en una bonita estampa. Empezamos a observar a partir este momento una imagen que se repetirá siempre que nos situemos en la vertiente de la montaña, y es la escarcha acumulada en la zona norte de todo lo que existe (monte, matorral, árboles y casetas forestales), quedando la mitad sur tal cual.

      A partir de aquí el desnivel aumenta durante unos cientos de metros hasta otro collado, el carril discurre a partir de este momento por la ladera sur. Las vistas son cada vez más espectaculares ya que vamos ganando altura, empezamos a vislumbrar en este momento la inmensidad de los Campos, que por ahora no se contemplan en plenitud.

      Seguimos nuestro camino hacia la cumbre de este monte, más llevadero durante un buen rato ya que el desnivel a partir de este momento se suaviza, alternando con alguna pequeña bajada hasta la finalización del carril en otro collado. En éste tramo podemos disfrutar mejor de las panorámicas de toda la zona sur del Banderillas ya que caminamos sin esfuerzo.

      Dejamos el carril y tomamos el sendero, tramo final hasta las casetas. Aquí el desnivel aumenta un poquito, pasando a través de un bonito tranco. Las panorámicas van mejorando, podemos ver claramente los Campos de Hernán Perea y al fondo la Sagra, el Empanadas, la Cabrilla, etc.

      Llegamos por fin a las casetas forestales del Banderillas. Hace bastante fresco y con el aire que corre se hace sentir todavía más. La caseta nueva está cerrada, así que nos instalamos en la vieja para resguardarnos y tomar el almuerzo, después salimos a disfrutar un buen rato de las panorámicas que se observan en toda su plenitud a los 360º.

      No se cansa uno de estar allí aún con el frío que hace, pero el tiempo apremia, los días son cortos y queremos cruzar los campos en el todoterreno, iniciamos el descenso por el mismo camino disfrutando de las espectaculares panorámicas.

      Hacemos breves paradas donde se observan buenas vistas y continuamos la marcha que al ser en descenso se hace más rápido.

      Llegamos al automóvil y sin dilaciones nos encaminamos a Don Domingo desandando el carril principal por la Cañada de la Cruz, no fuera que nos encontráramos con alguna sorpresa y el tiempo no estaba como para desperdiciarlo. Desde Don Domingo tomamos el carril que cruza los Campos haciendo una breve parada en el pino Galapán, seguimos el carril y cruzamos los Campos llegando a Ramblaseca y desde allí retornamos por la Nava de San Pedro.

Datos Técnicos:

      Tipo de recorrido: Lineal

      Distancia: 11,64 Km.

      Tiempo estimado: 4:30 Horas

      Altura mínima: 1.676 m.

      Altura máxima: 1.993 m.

      Dificultad: Media

Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico

jueves, 8 de diciembre de 2011

Circular desde la Cerrada de San Ginés, Morra del Cerezo, Blanquilla Baja, Blanquillo, Collado del Perenoso

En esta jornada de sierra efectuamos mi hijo y yo un recorrido que, como se puede observar en el mapa, parte desde el cruce de la Cerrada de San Ginés, sube a la Morra del Cerezo por la fuente Colorá, desde allí, pasando por la Blanquilla Baja se sube al Blanquillo cresteando y se baja por el Collado del Perenoso al carril que nos llevará a nuestro punto de partida y de ésta manera completar la circular.

En un ambiente fresco, propio de la época en la que nos encontramos, pero despejado, iniciamos la excursión siguiendo el carril que conduce a Jabalcaballo y Pardal.

Al llegar a las inmediaciones de la fuente Colorá buscamos a la izquierda un sendero que sube primeramente a un collado desde el cual se observan unas buenas vistas del Blanquillo, y desde allí se tiene que caminar en busca de una pared rocosa que se observa a la izquierda. Una vez bajo ella, el paso para subir se encuentra a la izquierda de ésta según miramos. Subimos por el tranco existente y al coronar nos encontramos con una nava y al fondo de ésta vemos la caseta forestal abandonada de la Morra del Cerezo.

El acceso más fácil a ésta de efectúa por la zona de la izquierda de la caseta, según nos acercamos.

Una vez arriba disfrutamos con unas panorámicas excelentes a 360º de todo el entorno. Paramos a disparar varias instantáneas y al rato proseguimos nuestro camino bajando hacia la Blanquilla Baja buscando el mejor acceso, ya que no encuentro el camino habitual para ello.

A media bajada encontramos una zona soleada donde paramos a efectuar un pequeño almuerzo.

Seguidamente reanudamos la marcha terminando de efectuar la bajada de la Morra, una vez en el valle, lo cruzamos en busca de las crestas de enfrente, ya que procuraremos caminar por dichas crestas hasta llegar a la parte baja de la cuerda del Blanquillo y remontar por una vereda que existe.

El ascenso por la cuerda del Blanquillo se endurece un poco debido a un tramo con fuerte desnivel, pero pronto se alcanza la zona anterior a la cresta final y allí se hace más llevadero. Las panorámicas conforme vamos subiendo son como se puede suponer cada vez más impresionantes.

Alcanzamos la cima del Blanquillo tomándonos el tiempo necesario, sin prisas, para reponer fuerzas y disfrutar de las maravillosas vistas.

Iniciamos luego el camino de vuelta, ésta vez el descenso lo tenemos marcado por el Collado del Perenoso, y hacia allí nos dirigimos, bajando hacia el paso que existe de acceso hasta dicho Collado.

Desde este collado, ya en la pista no tenemos nada más que seguirla hasta llegar al cruce donde dejamos el vehículo y acabamos esta bonita excursión.

Datos Técnicos: 

      Tipo de recorrido: Circular

      Distancia: 11,39 Km.

      Tiempo estimado: 5:30 Horas

      Altura mínima: 1.324 m.

      Altura máxima: 1.830 m.

      Dificultad: Moderada