Hoy nos disponemos a efectuar una bonita circular en Sierra Morena. Nos hemos desplazado al área recreativa de La Aliseda que se encuentra entre La Carolina y Santa Elena.
Empezamos el recorrido remontando el río de la Campana por un pequeño sendero hasta que cruzamos bajo el arco del puente de la carretera J-5020, en éste punto enlazamos con una pista que corresponde con el antiguo trazado de la vía romana y continuamos paralelos al cauce del río durante dos kilómetros y medio hasta que se llega a la confluencia de un arroyo que le desemboca por la derecha, tras vadearlo y aunque el sendero continúa al frente, nosotros continuamos por el carril que ahora gira hacia la derecha en una corta y suave subida hacia Miranda del Rey.
Llegados al cruce de pistas, ya en las inmediaciones de la aldea, tomamos la que nos sale por la izquierda, que nos va a llevar, tras pasar por una serie de casas de recreo y explotaciones ganaderas , a entrar en el Parque Nacional de Despeñaperros, en el que efectuaremos gran parte de nuestro recorrido.
Tras el receso en el que reponemos fuerzas justo en la valla de entrada al Parque, seguimos nuestro camino por la pista forestal en una suave subida, disfrutando de las vistas de los montes próximos y de las olores que nos brindan las jaras y demás especies que en éstos momentos se encuentran en plena floración.
Poco después dejamos la pista principal y tomamos otra menos importante que nos sale por la izquierda, justo en la parte más al norte de nuestro recorrido de hoy y que seguiremos ya en dirección sur.
Después de seguir éste camino en el que alternamos pequeñas subidas y bajadas durante un buen rato, lo dejamos para seguir la marcha siguiendo el trazado de unos cortafuegos. Ésta es la parte más dura de éste recorrido ya que los cortafuegos tienen bastante desnivel tanto de subida como de bajada, lo bueno es que éstos no tienen gran longitud, por lo que al poco, conectamos otra vez con la pista.
Seguimos ésta pista, que en bajada siguiendo el curso del arroyo de las Rezarcas, nos lleva de nuevo a la carretera principal, poco más abajo del área recreativa. Cruzamos al otro lado y seguimos un sendero que paralelo a ésta transcurre hasta que al poco llegamos a área recreativa por el sitio opuesto por donde la abandonamos.
Sólamente queda dar las gracias a Miguel por las fotos aportadas.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Circular
Distancia: 14,67 Km.
Tiempo estimado: 3:30 Horas
Altura mínima: 675m.
Altura máxima: 828 m.
Dificultad: Baja.
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
domingo, 27 de mayo de 2012
domingo, 20 de mayo de 2012
Circular desde la casa forestal de El Hornico
En esta ocasión, componentes del Club de senderismo Villasender, nos desplazamos desde nuestro pueblo, en un largo recorrido en automóvil, a las inmediaciones del pantano de La Bolera, concretamente al aula de la naturaleza de El Hornico, para realizar esta pequeña circular en la que conoceremos nuevos lugares.
Partimos desde dicho lugar siguiendo un sendero señalizado que nos lleva tras un suave ascenso al puente que cruza el arroyo de la Venta. Continuamos por la margen izquierda de éste caudal a partir de ahora en continuo ascenso en busca del cruce de caminos en el collado de los Helechos. Conforme vamos ascendiendo se nos presentan cada vez mejores panorámicas del valle de éste arroyo y de las escarpadas laderas de los Torcales de Linares al fondo.
Al llegar al collado tomamos la senda/pista que sale frente a nosotros para cruzar a la otra ladera del monte, en principio llaneamos un trecho hasta llegar a las inmediaciones de la Casa Forestal de Prado Arredondo, junto a la que decidimos hacer una parada para almorzar.
Tras reponer fuerzas en tan bello paraje, proseguimos nuestro camino siguiendo esta pista que ahora efectúa un fuerte descenso y con bastante desnivel hacia el vado del arroyo del Guazalamanco, esto unido al barro existente por la humedad y lluvia intermitente que nos ha venido cayendo durante todo el recorrido hace que la bajada sea bastante dificultosa propiciando resbalones a la mayoría de los componentes del grupo.
Cruzamos el Guazalamanco y a partir de ahora seguimos durante unos cientos de metros la pista que ahora llanea. Poco más adelante nos salimos de la pista por la derecha para tomar un sendero que nos va a bajar por la ladera izquierda del arroyo en un suave descenso hasta éste, y que tendremos que vadear varias veces cambiando de vertiente hasta que por fin nos quedemos definitivamente en la derecha, al lado de una bonita cascada y en la cual acaba una pista que seguiremos junto al arroyo para conectar con el carril que va al molinillo de la Bolera. Antes de conectar con éste, que nos pasa por debajo en el último tramo, nos paramos en un pequeño mirador para contemplar las magníficas panorámicas que se observan del último tramo del arroyo antes de desembocar en el pantano, con el puente que salva la cerrada en la que se convierte éstos últimos metros del arroyo, frente a nosotros se ve la casa del molinillo de la Bolera, tras ella, sirviendo de telón de fondo, el comienzo de la cañada del Mesto, por la que se accede a la zona alta del Guadalentín por el Vado de las Carretas, el Tranco del Carrascal y tras él la Lancha del Almicerán.
Tras éstas estupendas vistas, sólo queda efectuar una pequeña bajada por la pista para conectar con el carril principal del molinillo y seguirlo llaneando hasta nuestro punto de partida en la casa forestal y Aula de la naturaleza de el Hornico.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Circular
Distancia: 13,35 Km.
Tiempo estimado: 4:30 Horas
Altura mínima: 985m.
Altura máxima: 1.415 m.
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
Partimos desde dicho lugar siguiendo un sendero señalizado que nos lleva tras un suave ascenso al puente que cruza el arroyo de la Venta. Continuamos por la margen izquierda de éste caudal a partir de ahora en continuo ascenso en busca del cruce de caminos en el collado de los Helechos. Conforme vamos ascendiendo se nos presentan cada vez mejores panorámicas del valle de éste arroyo y de las escarpadas laderas de los Torcales de Linares al fondo.
Al llegar al collado tomamos la senda/pista que sale frente a nosotros para cruzar a la otra ladera del monte, en principio llaneamos un trecho hasta llegar a las inmediaciones de la Casa Forestal de Prado Arredondo, junto a la que decidimos hacer una parada para almorzar.
Tras reponer fuerzas en tan bello paraje, proseguimos nuestro camino siguiendo esta pista que ahora efectúa un fuerte descenso y con bastante desnivel hacia el vado del arroyo del Guazalamanco, esto unido al barro existente por la humedad y lluvia intermitente que nos ha venido cayendo durante todo el recorrido hace que la bajada sea bastante dificultosa propiciando resbalones a la mayoría de los componentes del grupo.
Cruzamos el Guazalamanco y a partir de ahora seguimos durante unos cientos de metros la pista que ahora llanea. Poco más adelante nos salimos de la pista por la derecha para tomar un sendero que nos va a bajar por la ladera izquierda del arroyo en un suave descenso hasta éste, y que tendremos que vadear varias veces cambiando de vertiente hasta que por fin nos quedemos definitivamente en la derecha, al lado de una bonita cascada y en la cual acaba una pista que seguiremos junto al arroyo para conectar con el carril que va al molinillo de la Bolera. Antes de conectar con éste, que nos pasa por debajo en el último tramo, nos paramos en un pequeño mirador para contemplar las magníficas panorámicas que se observan del último tramo del arroyo antes de desembocar en el pantano, con el puente que salva la cerrada en la que se convierte éstos últimos metros del arroyo, frente a nosotros se ve la casa del molinillo de la Bolera, tras ella, sirviendo de telón de fondo, el comienzo de la cañada del Mesto, por la que se accede a la zona alta del Guadalentín por el Vado de las Carretas, el Tranco del Carrascal y tras él la Lancha del Almicerán.
Tras éstas estupendas vistas, sólo queda efectuar una pequeña bajada por la pista para conectar con el carril principal del molinillo y seguirlo llaneando hasta nuestro punto de partida en la casa forestal y Aula de la naturaleza de el Hornico.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Circular
Distancia: 13,35 Km.
Tiempo estimado: 4:30 Horas
Altura mínima: 985m.
Altura máxima: 1.415 m.
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
martes, 15 de mayo de 2012
Circular Aguasmulas - Castellon de los Toros - Centenares - Canalejas - Mirabuenos
En el recorrido de hoy vamos a visitar las aldeas de los Centenares y las Canalejas, además, también aprovechamos para subir al Castellón de los Toros, meseta rocosa que encuentra ubicada en la cuenca alta del Aguasmulas, entre éste río y el arroyo del Hombre y desde la que se observan buenas panorámicas.
Iniciamos la excursión al comienzo del carril que sube a la Fresnedilla, y que discurre junto al margen del rio Aguasmulas. Al llegar a éste lugar, decidimos parar y tomar el almuerzo en la puerta de la casa que fue hogar de Máximo “El Cojo de la Fresnedilla”.
Seguidamente iniciamos la subida al Castellón de los Toros, cuyas paredes vemos frente a nosotros mientras almorzamos. Para ello caminamos por el sendero que asciende en busca del Cortijo de Cubero y la Tiná de las Hoyas, a media subida se bifurca el que asciende a ésta altiplanicie. Allí disfrutamos de las espléndidas panorámicas que se observan.
Regresamos sobre nuestros pasos al sendero principal y caminamos hacia la Tiná de las Hoyas, donde hacemos un pequeño receso. A partir de ahora toca llanear con pequeñas bajadas y subidas.
Reanudamos la marcha por el valle que se encuentra en éste momento en plena floración y pasamos por un caserío abandonado (Como es habitual en la zona), es la Hoya de la Albardía.
Desde aquí tras un leve ascenso remontamos al collado de los frailes, donde se encuentran unas rocas de extraña forma que en éstos lugares los llaman así. Seguimos nuestro camino por éste sendero y poco más adelante conectamos con la pista que seguiremos hasta el final de nuestro recorrido.
Primeramente nos desviamos a visitar la aldea de los Centenares, el núcleo urbano abandonado más importante de éstos contornos. Paramos para almorzar y pasear por sus calles abandonadas y casas ya en ruinas. Desde allí se contempla abajo al otro lado del valle la aldea de los Miravetes.
Seguimos nuestra marcha por la pista que en estos momentos efectúa una suave bajada a otra aldea abandonada, las Canalejas. Ésta contaba con el cementerio y la iglesia para éstos contornos, por desgracia también abandonados y en ruinas. Ésta aldea se ubicaba a lo largo de la pista, por lo que a nuestro paso podemos observar montones de piedras, que no son más que lo que queda de las antiguas casas.
Continuamos por el carril, que poco después va ascendiendo por la ladera del Puntal primero y Majal Alto después. Al pasar bajo la caseta forestal de éste último es donde la pista alcanza la mayor altitud y donde se aprecian las mejores vistas, ya que tenemos frente a nosotros todo los valles de los arroyos de las Grajas y del Hombre y también del río Aguasmulas, con todos los montes que los rodean.
Aprovechamos para subir a la caseta de los fogoneros y tomar mejores panorámicas. Después de un pequeño descanso inmortalizando el momento, continuamos nuestro camino bajando por la larga pista de Mirabuenos hasta el final del recorrido de hoy.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Circular
Distancia: 35,49 Km.
Tiempo estimado: 12:11 Horas
Altura mínima: 615m.
Altura máxima: 1.551 m.
Dificultad: Moderada.
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
Iniciamos la excursión al comienzo del carril que sube a la Fresnedilla, y que discurre junto al margen del rio Aguasmulas. Al llegar a éste lugar, decidimos parar y tomar el almuerzo en la puerta de la casa que fue hogar de Máximo “El Cojo de la Fresnedilla”.
Seguidamente iniciamos la subida al Castellón de los Toros, cuyas paredes vemos frente a nosotros mientras almorzamos. Para ello caminamos por el sendero que asciende en busca del Cortijo de Cubero y la Tiná de las Hoyas, a media subida se bifurca el que asciende a ésta altiplanicie. Allí disfrutamos de las espléndidas panorámicas que se observan.
Regresamos sobre nuestros pasos al sendero principal y caminamos hacia la Tiná de las Hoyas, donde hacemos un pequeño receso. A partir de ahora toca llanear con pequeñas bajadas y subidas.
Reanudamos la marcha por el valle que se encuentra en éste momento en plena floración y pasamos por un caserío abandonado (Como es habitual en la zona), es la Hoya de la Albardía.
Desde aquí tras un leve ascenso remontamos al collado de los frailes, donde se encuentran unas rocas de extraña forma que en éstos lugares los llaman así. Seguimos nuestro camino por éste sendero y poco más adelante conectamos con la pista que seguiremos hasta el final de nuestro recorrido.
Primeramente nos desviamos a visitar la aldea de los Centenares, el núcleo urbano abandonado más importante de éstos contornos. Paramos para almorzar y pasear por sus calles abandonadas y casas ya en ruinas. Desde allí se contempla abajo al otro lado del valle la aldea de los Miravetes.
Seguimos nuestra marcha por la pista que en estos momentos efectúa una suave bajada a otra aldea abandonada, las Canalejas. Ésta contaba con el cementerio y la iglesia para éstos contornos, por desgracia también abandonados y en ruinas. Ésta aldea se ubicaba a lo largo de la pista, por lo que a nuestro paso podemos observar montones de piedras, que no son más que lo que queda de las antiguas casas.
Continuamos por el carril, que poco después va ascendiendo por la ladera del Puntal primero y Majal Alto después. Al pasar bajo la caseta forestal de éste último es donde la pista alcanza la mayor altitud y donde se aprecian las mejores vistas, ya que tenemos frente a nosotros todo los valles de los arroyos de las Grajas y del Hombre y también del río Aguasmulas, con todos los montes que los rodean.
Aprovechamos para subir a la caseta de los fogoneros y tomar mejores panorámicas. Después de un pequeño descanso inmortalizando el momento, continuamos nuestro camino bajando por la larga pista de Mirabuenos hasta el final del recorrido de hoy.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Circular
Distancia: 35,49 Km.
Tiempo estimado: 12:11 Horas
Altura mínima: 615m.
Altura máxima: 1.551 m.
Dificultad: Moderada.
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
domingo, 13 de mayo de 2012
Excursión desde Pontón Alto a las Espumaredas, Huelgas y Miravetes con Villasender
Hoy volvemos de nuevo en poco tiempo a visitar el valle de las Huelgas y los Miravetes, esta vez junto a componentes del club villasender, en una excursión que estaba programada en el calendario de éste año.
El día vuelve a ser espléndido, la temperatura primaveral y el cielo despejado harán que disfrutemos de otro buen día de montaña.
Iniciamos el recorrido en el mismo punto que el día anterior y recorremos el carril/camino que nos lleva hasta las Huelgas en descenso, pasando por las aldeas de las Espumaredas.
Visitamos otra vez la Cerrada de Parrate impresionándonos con las vistas de las paredes y cortados. Volvemos al valle de las Huelgas y caminamos por éste bonito paisaje para visitar también la aldea de los Miravetes.
Tras un breve descanso, en el que recorremos el entorno de ésta bonita aldea por desgracia abandonada, iniciamos el camino de regreso por otro sendero que discurre por el valle, hasta que se une al que nos trajo a la aldea. Después de retornar a los cortijos de las Huelgas, en los que hacemos una breve parada, seguimos nuestro camino ascendiendo por el camino de las Espumaredas hacia el lugar donde iniciamos la excursión.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Lineal
Distancia: 15,54 Km.
Tiempo estimado: 5:03 Horas
Altura mínima: 1.142 m.
Altura máxima: 1.417 m.
Dificultad: Media.
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
El día vuelve a ser espléndido, la temperatura primaveral y el cielo despejado harán que disfrutemos de otro buen día de montaña.
Iniciamos el recorrido en el mismo punto que el día anterior y recorremos el carril/camino que nos lleva hasta las Huelgas en descenso, pasando por las aldeas de las Espumaredas.
Visitamos otra vez la Cerrada de Parrate impresionándonos con las vistas de las paredes y cortados. Volvemos al valle de las Huelgas y caminamos por éste bonito paisaje para visitar también la aldea de los Miravetes.
Tras un breve descanso, en el que recorremos el entorno de ésta bonita aldea por desgracia abandonada, iniciamos el camino de regreso por otro sendero que discurre por el valle, hasta que se une al que nos trajo a la aldea. Después de retornar a los cortijos de las Huelgas, en los que hacemos una breve parada, seguimos nuestro camino ascendiendo por el camino de las Espumaredas hacia el lugar donde iniciamos la excursión.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Lineal
Distancia: 15,54 Km.
Tiempo estimado: 5:03 Horas
Altura mínima: 1.142 m.
Altura máxima: 1.417 m.
Dificultad: Media.
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
jueves, 3 de mayo de 2012
Circular Peña Amusgo - Huelgas - Miravetes - Espumaredas
Comenzamos el recorrido de hoy cerca de Pontón Alto, bajando por el camino de las Espumaredas.
El tiempo es esplendido y todo indica que va a ser un día perfecto para la práctica de nuestra actividad preferida aunque a última hora, por la tarde, se nos complicará un poco a causa de una pequeña nube primaveral, de regreso por la pista de las Espumaredas.
Desde el primer collado que hay en la pista sale un sendero a la derecha que nos conduce directos a nuestro primer objetivo del día, Peña Amusgo. Este tramo se hace muy llevadero ya que prácticamente no tiene desnivel y en un punto determinado se pueden observar buenas panorámicas del valle de las Huelgas, los Centenares y al fondo el Banderillas.
Llegamos mas tarde a Peña Amusgo, y nos disponemos a encaramarnos en su cima pétrea. En contra de lo que puede parecer, si la miramos desde la carretera del Tranco nos aparece como una roca inexpugnable, pero desde esta zona presenta una suave rampa por la que se puede acceder a su cima sin esfuerzo, solo presenta un paso complicado, no apto para personas con vértigo.
Desde su cima contemplamos unas panorámicas difícilmente igualables y aprovechamos para tomar algo de alimento en tan inigualable lugar.
Continuamos luego nuestro recorrido siguiendo el camino que comunica con el valle de las Huelgas, en un principio se va llaneando por la vertiente norte de la ladera del monte Tolaíllo, teniendo a nuestra derecha unas buenas vistas del valle del pantano del Tranco y la zona que fue pasto de las llamas del fatídico incendio de la sierra de las Villas.
Llega un momento en que cambiamos de vertiente y comenzamos el descenso hacia las Huelgas, a partir de ahora disfrutamos de unas panorámicas excelentes de este valle al que nos dirigimos.
Poco después llegamos a este destino, el momento elegido no puede ser mejor, el entorno se encuentra en su mejor momento, una explosión de colores primaverales inunda nuestros ojos y nos dirigimos a contemplar la espectacular Cerrada de Parrate, por la que caminamos hasta el cortado final en el que podemos avistar muy debajo de nosotros el molino homónimo que se encuentra ya en ruinas.
Volvemos sobre nuestros pasos otra vez a las Huelgas y ponemos rumbo a lo largo del valle hacia la aldea de los Miravetes que fue abandonada hace ya muchos años. Recorremos con nostalgia lo que queda de ella visitando algunas casas imaginándonos la vida de sus antiguos moradores.
Después de un buen rato en este lugar regresamos otra vez a la zona de las Huelgas, no sin antes hacer una breve incursión a la cerrada de las Espumaredas, en la que contemplamos varias de sus oquedades.
En un breve paseo llegamos a los cortijos de las Huelgas y hacemos una parada para alimentarnos en tan incomparable lugar. Poco después iniciamos el camino de regreso, primeramente por el sendero que nos sube a las Espumaredas de Abajo y más tarde, ya por pista llegamos a las de Arriba. Durante este tramo, es cuando nos llueve un poquito y tenemos que echar mano a los chubasqueros hasta que después de un rato de caminata por esta pista conseguimos terminar este espectacular recorrido de hoy.
Gracias a Miguel y Pedro por contribuir al reportaje con varias de sus fotografías.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Circular
Distancia: 21,68 Km.
Tiempo estimado: 9:18 Horas
Altura mínima: 1.142 m.
Altura máxima: 1.549 m.
Dificultad: Moderada.
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
El tiempo es esplendido y todo indica que va a ser un día perfecto para la práctica de nuestra actividad preferida aunque a última hora, por la tarde, se nos complicará un poco a causa de una pequeña nube primaveral, de regreso por la pista de las Espumaredas.
Desde el primer collado que hay en la pista sale un sendero a la derecha que nos conduce directos a nuestro primer objetivo del día, Peña Amusgo. Este tramo se hace muy llevadero ya que prácticamente no tiene desnivel y en un punto determinado se pueden observar buenas panorámicas del valle de las Huelgas, los Centenares y al fondo el Banderillas.
Llegamos mas tarde a Peña Amusgo, y nos disponemos a encaramarnos en su cima pétrea. En contra de lo que puede parecer, si la miramos desde la carretera del Tranco nos aparece como una roca inexpugnable, pero desde esta zona presenta una suave rampa por la que se puede acceder a su cima sin esfuerzo, solo presenta un paso complicado, no apto para personas con vértigo.
Desde su cima contemplamos unas panorámicas difícilmente igualables y aprovechamos para tomar algo de alimento en tan inigualable lugar.
Continuamos luego nuestro recorrido siguiendo el camino que comunica con el valle de las Huelgas, en un principio se va llaneando por la vertiente norte de la ladera del monte Tolaíllo, teniendo a nuestra derecha unas buenas vistas del valle del pantano del Tranco y la zona que fue pasto de las llamas del fatídico incendio de la sierra de las Villas.
Llega un momento en que cambiamos de vertiente y comenzamos el descenso hacia las Huelgas, a partir de ahora disfrutamos de unas panorámicas excelentes de este valle al que nos dirigimos.
Poco después llegamos a este destino, el momento elegido no puede ser mejor, el entorno se encuentra en su mejor momento, una explosión de colores primaverales inunda nuestros ojos y nos dirigimos a contemplar la espectacular Cerrada de Parrate, por la que caminamos hasta el cortado final en el que podemos avistar muy debajo de nosotros el molino homónimo que se encuentra ya en ruinas.
Volvemos sobre nuestros pasos otra vez a las Huelgas y ponemos rumbo a lo largo del valle hacia la aldea de los Miravetes que fue abandonada hace ya muchos años. Recorremos con nostalgia lo que queda de ella visitando algunas casas imaginándonos la vida de sus antiguos moradores.
Después de un buen rato en este lugar regresamos otra vez a la zona de las Huelgas, no sin antes hacer una breve incursión a la cerrada de las Espumaredas, en la que contemplamos varias de sus oquedades.
En un breve paseo llegamos a los cortijos de las Huelgas y hacemos una parada para alimentarnos en tan incomparable lugar. Poco después iniciamos el camino de regreso, primeramente por el sendero que nos sube a las Espumaredas de Abajo y más tarde, ya por pista llegamos a las de Arriba. Durante este tramo, es cuando nos llueve un poquito y tenemos que echar mano a los chubasqueros hasta que después de un rato de caminata por esta pista conseguimos terminar este espectacular recorrido de hoy.
Gracias a Miguel y Pedro por contribuir al reportaje con varias de sus fotografías.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Circular
Distancia: 21,68 Km.
Tiempo estimado: 9:18 Horas
Altura mínima: 1.142 m.
Altura máxima: 1.549 m.
Dificultad: Moderada.
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
martes, 1 de mayo de 2012
Circular Fte. de la Garganta, Canaliega, Calar de Juana, Gualay, Loma de la Mesa
Comenzamos la excursión de éste día en la fuente de la Garganta, bajando por la pista forestal hacia la Nava de San Pedro, al llegar al puente que cruza el arroyo, nos salimos hacia la derecha siguiendo un camino que nos lleva hacia los cercados traseros del antiguo parque cinegético, los cuales rodeamos hasta dar con otro carril que viene también de la Nava. Seguimos éste y al final, convertido ya en camino de herradura, y en fuerte descenso, llegamos al puente sobre el Gualay, en plena cerrada de la Canaliega. Allí decidimos hacer un primer receso y reponer fuerzas disfrutando del bonito paisaje en éste lugar.
Nos disponemos seguidamente a efectuar la ascensión al Calar de Juana, subiendo en una primera fase al Collado Serbal. A medida que tomamos altura, lógicamente vamos teniendo unas panorámicas de la zona cada vez más espectaculares. Allí conectamos con un sendero que nos lleva con muy buenas vistas a nuestra derecha, hacia los cortados de las Cuevas de Jaén. Tras hacer una breve parada para contemplar bajo nosotros otra vez la imponente cerrada de la Canaliega, continuamos el camino en busca de otro sendero, ya que el que traíamos se pierde en este momento.
Al poco encontramos el siguiente, que a tramos se hace más o menos llevadero por la pendiente. Volvemos a perderlo o dejarlo y nos encaminamos campo a través decididamente a enlazar con el camino principal que bordea el calar y que proviene del puente del Gualay y del pino de las cruces. Al llegar a cierta cota vemos como el paisaje de pinos que nos acompañaba hasta ahora, prácticamente desaparece, quedándose en un típico lapiaz con pinos muy diseminados y bastante piorno. Las panorámicas a nuestro alrededor cada vez son más impresionantes, ya se vislumbra al fondo el valle del bajo Guadalentín, con el pantano de la Bolera y la llanura de Pozo Alcón y el Jabalcón en medio.
Conectamos por fin con el camino principal, el cual seguimos ascendiendo durante un rato hasta llegar al cambio de vertiente, lugar donde lo abandonamos para comenzar la travesía del Calar. En ésta fase caminamos sin sendero, teniendo como referencia piedra Juana, con el punto geodésico a la que nos dirigimos y fotografiarnos.
Poco más adelante, paramos a almorzar disfrutando de las maravillosas vistas que se observan.
Una vez repuestos, continuamos el difícil caminar a través del calar. Avanzamos a través de él y poco a poco vamos llegando a la zona de Puerto Pinillo, el camino se nos ameniza con las panorámicas que disfrutamos durante todo éste tramo. Conectamos primeramente con el camino unos metros por debajo de la caseta forestal, remontamos el camino y llegamos al puerto. Cambiamos de vertiente y bajamos por el camino hacia el puente del Gualay, pero en vez de cruzarlo, nos desviamos a la derecha, siguiendo el camino por el que habríamos llegado si no lo hubiésemos abandonado antes de cruzar el Calar.
Caminamos ahora por la zona norte del Calar, a media ladera, por debajo de nosotros queda la Cerrada del Pintor a la que nos asomamos alguna vez, seguimos la pista hasta que llegamos al collado existente sobre el Poyo de Juan Domingo, en éste momento abandonamos la pista y nos dirigimos en fuerte descenso hacia el Vado de los Perrillos.
Una vez cruzado el Gualay, empalmamos con la pista que nos llevará hasta los poyos de la Mesa, lugar donde la abandonamos para cruzar la loma por el antiguo camino, el cual nos conduce a la pista de la Media Ánega. Caminamos unos cientos de metros sobre éste carril y al poco lo abandonamos por la derecha para conectar campo a través en una suave bajada con la parte superior del antiguo parque cinegético. A partir de aquí solo queda volver al punto de partida desandando el camino que efectuamos por la mañana.
Agradezco a Miguel y Pedro su colaboración al prestar para éste reportaje varias de sus fotografías, sin las cuales éste no habría sido el mismo.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Circular
Distancia: 26,46 Km.
Tiempo estimado: 9:15 Horas
Altura mínima: 1.110 m.
Altura máxima: 1.885 m.
Dificultad: Moderada.
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
Nos disponemos seguidamente a efectuar la ascensión al Calar de Juana, subiendo en una primera fase al Collado Serbal. A medida que tomamos altura, lógicamente vamos teniendo unas panorámicas de la zona cada vez más espectaculares. Allí conectamos con un sendero que nos lleva con muy buenas vistas a nuestra derecha, hacia los cortados de las Cuevas de Jaén. Tras hacer una breve parada para contemplar bajo nosotros otra vez la imponente cerrada de la Canaliega, continuamos el camino en busca de otro sendero, ya que el que traíamos se pierde en este momento.
Al poco encontramos el siguiente, que a tramos se hace más o menos llevadero por la pendiente. Volvemos a perderlo o dejarlo y nos encaminamos campo a través decididamente a enlazar con el camino principal que bordea el calar y que proviene del puente del Gualay y del pino de las cruces. Al llegar a cierta cota vemos como el paisaje de pinos que nos acompañaba hasta ahora, prácticamente desaparece, quedándose en un típico lapiaz con pinos muy diseminados y bastante piorno. Las panorámicas a nuestro alrededor cada vez son más impresionantes, ya se vislumbra al fondo el valle del bajo Guadalentín, con el pantano de la Bolera y la llanura de Pozo Alcón y el Jabalcón en medio.
Conectamos por fin con el camino principal, el cual seguimos ascendiendo durante un rato hasta llegar al cambio de vertiente, lugar donde lo abandonamos para comenzar la travesía del Calar. En ésta fase caminamos sin sendero, teniendo como referencia piedra Juana, con el punto geodésico a la que nos dirigimos y fotografiarnos.
Poco más adelante, paramos a almorzar disfrutando de las maravillosas vistas que se observan.
Una vez repuestos, continuamos el difícil caminar a través del calar. Avanzamos a través de él y poco a poco vamos llegando a la zona de Puerto Pinillo, el camino se nos ameniza con las panorámicas que disfrutamos durante todo éste tramo. Conectamos primeramente con el camino unos metros por debajo de la caseta forestal, remontamos el camino y llegamos al puerto. Cambiamos de vertiente y bajamos por el camino hacia el puente del Gualay, pero en vez de cruzarlo, nos desviamos a la derecha, siguiendo el camino por el que habríamos llegado si no lo hubiésemos abandonado antes de cruzar el Calar.
Caminamos ahora por la zona norte del Calar, a media ladera, por debajo de nosotros queda la Cerrada del Pintor a la que nos asomamos alguna vez, seguimos la pista hasta que llegamos al collado existente sobre el Poyo de Juan Domingo, en éste momento abandonamos la pista y nos dirigimos en fuerte descenso hacia el Vado de los Perrillos.
Una vez cruzado el Gualay, empalmamos con la pista que nos llevará hasta los poyos de la Mesa, lugar donde la abandonamos para cruzar la loma por el antiguo camino, el cual nos conduce a la pista de la Media Ánega. Caminamos unos cientos de metros sobre éste carril y al poco lo abandonamos por la derecha para conectar campo a través en una suave bajada con la parte superior del antiguo parque cinegético. A partir de aquí solo queda volver al punto de partida desandando el camino que efectuamos por la mañana.
Agradezco a Miguel y Pedro su colaboración al prestar para éste reportaje varias de sus fotografías, sin las cuales éste no habría sido el mismo.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Circular
Distancia: 26,46 Km.
Tiempo estimado: 9:15 Horas
Altura mínima: 1.110 m.
Altura máxima: 1.885 m.
Dificultad: Moderada.
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
sábado, 21 de abril de 2012
Paseo por la loma de Papeles (Granada)
Bueno, en éste pequeño paseo quedó convertido nuestro frustrado intento de visitar ese día el lugar de los Lavaderos de la Reina. Y si no fuera por las impresionantes vistas del macizo central de Sierra Nevada que nos acompañaron como fondo frente a nosotros durante el recorrido quizá no hubiese subido éste reportaje.
Una tardía nevada caída días antes nos complicó el día. No esperaba que la nieve nos fuera a dar problemas por lo que no preparé ni siquiera las polainas. Al llegar la cota de nieve estaba por debajo de donde teníamos previsto salir (Recorrido Rojo, previsto realizar), pero tuvimos que efectuarla desde más de un Kilómetro antes (Recorrido Azul, efectuado), ya que la nieve cubría peligrosamente el carril. Así que aparcamos el vehículo en la explanada y nos dispusimos a pasear hasta donde fuera posible, sin fijarnos alguna meta, sólo pasear y disfrutar de las vistas y de la espléndida mañana.
Al principio, sobre el carril nevado, aprovechábamos los márgenes sin nieve para caminar, pero más adelante, ya sobre el sendero, el camino se complicó ya que la nieve se acumulaba cada vez más y dificultaba bastante el avance, alcanzando en algunas zonas hasta casi la ingle, con el problema de que esto ocurría de improviso, o sea, que caminabas sobre el sendero cubierto de nieve con más o menos cuatro o cinco centímetros y de pronto te hundías hasta más arriba de la rodilla durante un buen trecho.
Pasado el Barranco de las Casillas, a mitad de la loma siguiente, viendo que la nieve aumentaba de profundidad, decidimos volvernos sobre nuestros pasos.
En total fueron menos de 5 Km. recorridos, pero plenos de belleza y satisfechos por las panorámicas que pudimos disfrutar.
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
Una tardía nevada caída días antes nos complicó el día. No esperaba que la nieve nos fuera a dar problemas por lo que no preparé ni siquiera las polainas. Al llegar la cota de nieve estaba por debajo de donde teníamos previsto salir (Recorrido Rojo, previsto realizar), pero tuvimos que efectuarla desde más de un Kilómetro antes (Recorrido Azul, efectuado), ya que la nieve cubría peligrosamente el carril. Así que aparcamos el vehículo en la explanada y nos dispusimos a pasear hasta donde fuera posible, sin fijarnos alguna meta, sólo pasear y disfrutar de las vistas y de la espléndida mañana.
Al principio, sobre el carril nevado, aprovechábamos los márgenes sin nieve para caminar, pero más adelante, ya sobre el sendero, el camino se complicó ya que la nieve se acumulaba cada vez más y dificultaba bastante el avance, alcanzando en algunas zonas hasta casi la ingle, con el problema de que esto ocurría de improviso, o sea, que caminabas sobre el sendero cubierto de nieve con más o menos cuatro o cinco centímetros y de pronto te hundías hasta más arriba de la rodilla durante un buen trecho.
Pasado el Barranco de las Casillas, a mitad de la loma siguiente, viendo que la nieve aumentaba de profundidad, decidimos volvernos sobre nuestros pasos.
En total fueron menos de 5 Km. recorridos, pero plenos de belleza y satisfechos por las panorámicas que pudimos disfrutar.
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
viernes, 6 de abril de 2012
Circular desde la Piscifactoría, Camino de la Oradá, Huelga Nidillo, Borosa
Empezamos nuestro recorrido de hoy en el aparcamiento de la piscifactoría del Borosa, caminando por el carril que discurre paralelo al cauce de éste río.
Al ser festivo, la pista se encuentra masificada y un torrente de personas caminan junto a nosotros. Por fortuna, esto acaba en el puente de los caracolillos, en el que tomamos el desvío que va hacia Guadahornillos y en el que podemos caminar ya en soledad.
La pista asciende suavemente, podemos ver bajo nosotros el valle del Borosa, en la otra vertiente lo que pudiera ser la cueva del Gato, y el carril por el que pasamos anteriormente, de buena nos libramos. En ésta zona vamos teniendo cada vez mejores panorámicas de la parte posterior de la sierra de las Villas, cuyas cumbres se encuentran bajo un fugaz manto blanco, fruto de una tardía nevada, podemos ver Peña Corva, en una panorámica poco habitual, la morra del Cerezo, el Blanquillo…
Vamos rodeando éste monte, caminando por la ladera derecha del arroyo de las Truchas. A nuestra derecha, en la otra vertiente podemos ver una gran densidad de arbolado autóctono de nuestra sierra, encinas, sobre el que se asientan el cerro de la Lobera y el Raso del Tejar. Al fondo del valle podemos observar Guadahornillos con un toque de nieve y a la izquierda, sobre la ladera por la que caminamos la mole pétrea del Castellón del Moro.
Llegamos a las inmediaciones de lo que un día fue la casa forestal del Pecho de las Instancias, ahora por desgracia solamente un montón de piedras. En éste lugar volvemos a abandonar la pista por la que caminábamos y tomamos otra que sale a la izquierda, la cual va a rodear el monte en sentido contrario al que veníamos. Éste es el camino de la Oradá, nombre que toma también el barranco/arroyo sobre el que se asienta ésta peculiar roca a la que nos dirigimos.
Caminamos ahora por la vertiente norte de éste monte, que tiene al Castellón del Moro como máxima altura. Bajo nosotros se encuentra el Borosa, a nuestra izquierda volvemos a disfrutar con unas vistas de las cumbres de la sierra de las Villas, sobre las que parece ser que en éstos momentos se produce una pequeña nevada. Vamos girando y a partir de ahora siempre tendremos a nuestra izquierda unas inmejorables panorámicas de toda la vertiente derecha de éste río (los Calarejos, los Villares, etc..), el macizo de las Banderillas se nos va presentando poco a poco, unas vistas impresionantes desde nuestra posición.
Seguimos nuestra marcha disfrutando de las vistas y del entorno, llegamos a un valle en el que pueden apreciar restos de antiguas huertas, debemos encontrarnos sobre el cortijo de Guindas, el arroyo que observamos al fondo debe desembocar en el Borosa, por el vado de los rosales, a partir de ahora caminamos durante un rato sobre la cerrada de Elías y a nuestra derecha tenemos los paredones del Castellón del Moro.
La pista acaba en el último saliente que efectúa la ladera y comienza una antigua senda muy bien trazada y conservada que nos lleva en unos cientos de metros a las inmediaciones de la piedra Oradá. Desde el camino, en la otra vertiente del barranco en la que se asienta ésta roca, da la impresión de que fuera el cráneo de un gigantesco ser antediluviano.
En éste lugar, frente a la roca, decidimos hacer un alto para almorzar. Las vistas de las imponentes paredes de las Banderillas son cada vez más espectaculares. Más tarde nos dirigimos a contemplar de cerca ésta roca.
Después de las pertinentes fotos, seguimos nuestro camino por la senda hasta que al rato la abandonamos por la izquierda buscando una incierta vereda que nos debe de llevar a la otra vertiente.
Hasta la cima caminamos por un sendero que parece ser el que utilizan los operarios del mantenimiento de los postes de la luz que provienen de la central del Borosa, ya que discurre en algunas ocasiones casi paralelo a éstos, y en la cima nos encontramos muy cerca de uno. Una vez arriba, el sendero lo seguimos durante un corto espacio hasta que, o bien lo perdemos, o se pierde entre la maleza.
Continuamos campo a través descendiendo por la ladera hacia las ruinas de un cortijo al que me consta que llega un camino desde Huelga Nidillo.
Durante el descenso hasta éste cortijo es donde podemos observar las mejores panorámicas de todo el día. Se continúan viendo los Calarejos, pero lo más impresionante son las vistas del macizo de las Banderillas y su cinto, para mí son de las mejores que he podido disfrutar. A golpe de zoom se puede contemplar incluso el Tranco del Perro, repito, impresionantes. Al llegar al cortijo uno se queda maravillado del paisaje que éstas personas contemplaban en su día a día.
Poco después continuamos por un sendero que nos conduce a una pista que al principio se encuentra muy perdida. Conforme se desciende por ella, se va percibiendo con más claridad y de la mitad para abajo se ve claramente, aunque bastante mal mantenida debido a su falta de utilización.
Llegamos al final de ésta en los alrededores de Huelga Nidillo, conectando con el carril del Borosa en una zona en la que desde el carril principal no se aprecia el inicio de la pista por la que descendemos.
Caminamos por la pista del Borosa descendiendo suavemente junto al cauce del río. Aunque el tramo que nos queda por recorrer es suficientemente conocido de otras ocasiones, y en ésta en particular nos encontramos con bastante gente transitándola, siempre resulta grato caminar teniendo como fondo el murmullo del río.
Pasamos por la siempre impresionante cerrada de Elías, siempre tan espectacular. Aunque hoy no luzca el sol, esta falta de luminosidad le da un toque misterioso.
Seguimos camino abajo, llegando otra vez al puente de los caracolillos, lugar donde por la mañana nos separamos del carril principal. Ahora sólo nos queda desandar el camino hasta finalizar el recorrido en el aparcamiento de la piscifactoría, pero antes pasamos por la bonita desembocadura del arroyo de las Truchas donde nos detenemos un momento a disfrutar de esa vista para luego en pocos metros llegar a nuestro punto de destino.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Circular
Distancia: 18,09 Km.
Tiempo estimado: 6:15 Horas
Altura mínima: 659 m.
Altura máxima: 1.191 m.
Dificultad: Moderada.
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
Al ser festivo, la pista se encuentra masificada y un torrente de personas caminan junto a nosotros. Por fortuna, esto acaba en el puente de los caracolillos, en el que tomamos el desvío que va hacia Guadahornillos y en el que podemos caminar ya en soledad.
La pista asciende suavemente, podemos ver bajo nosotros el valle del Borosa, en la otra vertiente lo que pudiera ser la cueva del Gato, y el carril por el que pasamos anteriormente, de buena nos libramos. En ésta zona vamos teniendo cada vez mejores panorámicas de la parte posterior de la sierra de las Villas, cuyas cumbres se encuentran bajo un fugaz manto blanco, fruto de una tardía nevada, podemos ver Peña Corva, en una panorámica poco habitual, la morra del Cerezo, el Blanquillo…
Vamos rodeando éste monte, caminando por la ladera derecha del arroyo de las Truchas. A nuestra derecha, en la otra vertiente podemos ver una gran densidad de arbolado autóctono de nuestra sierra, encinas, sobre el que se asientan el cerro de la Lobera y el Raso del Tejar. Al fondo del valle podemos observar Guadahornillos con un toque de nieve y a la izquierda, sobre la ladera por la que caminamos la mole pétrea del Castellón del Moro.
Llegamos a las inmediaciones de lo que un día fue la casa forestal del Pecho de las Instancias, ahora por desgracia solamente un montón de piedras. En éste lugar volvemos a abandonar la pista por la que caminábamos y tomamos otra que sale a la izquierda, la cual va a rodear el monte en sentido contrario al que veníamos. Éste es el camino de la Oradá, nombre que toma también el barranco/arroyo sobre el que se asienta ésta peculiar roca a la que nos dirigimos.
Caminamos ahora por la vertiente norte de éste monte, que tiene al Castellón del Moro como máxima altura. Bajo nosotros se encuentra el Borosa, a nuestra izquierda volvemos a disfrutar con unas vistas de las cumbres de la sierra de las Villas, sobre las que parece ser que en éstos momentos se produce una pequeña nevada. Vamos girando y a partir de ahora siempre tendremos a nuestra izquierda unas inmejorables panorámicas de toda la vertiente derecha de éste río (los Calarejos, los Villares, etc..), el macizo de las Banderillas se nos va presentando poco a poco, unas vistas impresionantes desde nuestra posición.
Seguimos nuestra marcha disfrutando de las vistas y del entorno, llegamos a un valle en el que pueden apreciar restos de antiguas huertas, debemos encontrarnos sobre el cortijo de Guindas, el arroyo que observamos al fondo debe desembocar en el Borosa, por el vado de los rosales, a partir de ahora caminamos durante un rato sobre la cerrada de Elías y a nuestra derecha tenemos los paredones del Castellón del Moro.
La pista acaba en el último saliente que efectúa la ladera y comienza una antigua senda muy bien trazada y conservada que nos lleva en unos cientos de metros a las inmediaciones de la piedra Oradá. Desde el camino, en la otra vertiente del barranco en la que se asienta ésta roca, da la impresión de que fuera el cráneo de un gigantesco ser antediluviano.
En éste lugar, frente a la roca, decidimos hacer un alto para almorzar. Las vistas de las imponentes paredes de las Banderillas son cada vez más espectaculares. Más tarde nos dirigimos a contemplar de cerca ésta roca.
Después de las pertinentes fotos, seguimos nuestro camino por la senda hasta que al rato la abandonamos por la izquierda buscando una incierta vereda que nos debe de llevar a la otra vertiente.
Hasta la cima caminamos por un sendero que parece ser el que utilizan los operarios del mantenimiento de los postes de la luz que provienen de la central del Borosa, ya que discurre en algunas ocasiones casi paralelo a éstos, y en la cima nos encontramos muy cerca de uno. Una vez arriba, el sendero lo seguimos durante un corto espacio hasta que, o bien lo perdemos, o se pierde entre la maleza.
Continuamos campo a través descendiendo por la ladera hacia las ruinas de un cortijo al que me consta que llega un camino desde Huelga Nidillo.
Durante el descenso hasta éste cortijo es donde podemos observar las mejores panorámicas de todo el día. Se continúan viendo los Calarejos, pero lo más impresionante son las vistas del macizo de las Banderillas y su cinto, para mí son de las mejores que he podido disfrutar. A golpe de zoom se puede contemplar incluso el Tranco del Perro, repito, impresionantes. Al llegar al cortijo uno se queda maravillado del paisaje que éstas personas contemplaban en su día a día.
Poco después continuamos por un sendero que nos conduce a una pista que al principio se encuentra muy perdida. Conforme se desciende por ella, se va percibiendo con más claridad y de la mitad para abajo se ve claramente, aunque bastante mal mantenida debido a su falta de utilización.
Llegamos al final de ésta en los alrededores de Huelga Nidillo, conectando con el carril del Borosa en una zona en la que desde el carril principal no se aprecia el inicio de la pista por la que descendemos.
Caminamos por la pista del Borosa descendiendo suavemente junto al cauce del río. Aunque el tramo que nos queda por recorrer es suficientemente conocido de otras ocasiones, y en ésta en particular nos encontramos con bastante gente transitándola, siempre resulta grato caminar teniendo como fondo el murmullo del río.
Pasamos por la siempre impresionante cerrada de Elías, siempre tan espectacular. Aunque hoy no luzca el sol, esta falta de luminosidad le da un toque misterioso.
Seguimos camino abajo, llegando otra vez al puente de los caracolillos, lugar donde por la mañana nos separamos del carril principal. Ahora sólo nos queda desandar el camino hasta finalizar el recorrido en el aparcamiento de la piscifactoría, pero antes pasamos por la bonita desembocadura del arroyo de las Truchas donde nos detenemos un momento a disfrutar de esa vista para luego en pocos metros llegar a nuestro punto de destino.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Circular
Distancia: 18,09 Km.
Tiempo estimado: 6:15 Horas
Altura mínima: 659 m.
Altura máxima: 1.191 m.
Dificultad: Moderada.
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
domingo, 1 de abril de 2012
Desde la Fuente de la Garganta al Gualay regresando por la Loma de la Mesa
Iniciamos hoy nuestro camino junto a la fuente de la Garganta, cerca de la Nava de San Pedro, para efectuar un recorrido interesante que nos va a llevar por parajes de gran belleza.
Comenzamos nuestro caminar siguiendo el carril en dirección a la Nava de San Pedro, antes de llegar al primer puente que cruza éste arroyo, nos desviamos hacia la derecha para coger un camino, posiblemente fuera un jorro, que nos va llevar en una primera subida a un llano en el que existe una alambrada por la izquierda. Hacia la derecha vemos que existe un valle por el que llegaremos horas más tarde formado por la parte final de la Media Ánega y el comienzo del monte de Navahondona. Bordeamos la valla a cierta distancia hasta llegar a la pista que viene de la Nava y la vamos a seguir hacia nuestra derecha.
En los primeros metros la pista se encuentra bastante despejada de vegetación por lo que podemos disfrutar a nuestra izquierda de buenas panorámicas de la sierra de la Cabrilla.
La pendiente es suave en la primera parte pero luego se inclina para subir al llano de los Torcales de Pedro Cerrillo. Desde que llegamos, podemos ver al fondo el imponente Calar de Juana, su presencia nos acompañará durante gran parte de nuestro recorrido. Lo mismo de la Media Ánega, que se nos sitúa a nuestra derecha, en ésta parte por su zona sur, más agreste, con grandes farallones rocosos, más tarde, durante el cresteo de la loma de la Mesa volveremos a verla, también a la derecha, pero por la zona norte, más ondulada, pero de muy difícil caminar por la cantidad tan grande de piedras que posee.
Cruzamos esta llanura para iniciar la bajada por el barranco del Coberterón. Al principio del descenso caminamos sin sendero hasta que hacia la mitad damos con el camino. Las vistas de la cerrada de la Canaliega, el Calar y del angosto valle bajo el que se encuentra ahora el Gualay son impresionantes.
Por fin llegamos abajo, a la pista, poco más arriba del dique destruido. Caminamos ahora por ésta en dirección al vado de los Perrillos, encajonados en el valle entre el Calar de Juana a nuestra izquierda y el final de la Media Ánega y la peña de los Tornillos a nuestra derecha.
Se abre el valle al llegar a la zona del vado de los Perrillos, como hay varios que no conocen la Cerrada del Pintor, vamos a efectuar una breve incursión.
Cruzamos el vado y seguimos el camino que nos conduce a la entrada inferior. En la época en la que nos encontramos el río se presenta con más agua que en verano, que es cuando normalmente solemos venir y zonas en las que en época estival están secas, ahora presentan un nivel de agua que tenemos que sortear.
No se cansa uno de venir a éste lugar, siempre nos sorprende con algún aspecto nuevo. Los compañeros que me acompañan se quedan igualmente impresionados ante este espectáculo de la naturaleza, más si cabe al ser la primera vez y de inmediato me proponen volver otro día y conocerla entera.
Llegamos a una zona en la que el agua cubre las dos orillas, por lo que no podemos continuar y aquí acaba nuestro paseo por éste lugar. Nos volvemos sobre nuestros pasos hasta el vado de los Perrillos y ponemos rumbo hacia el carril de los Poyos de la Mesa que casi no lo utilizamos, ya que al poco de caminar por él, al terminar la subida del vado, lo abandonamos para seguir un sendero en busca de las paredes de la Peña de los Tornillos del Gualay.
Después de un corto ascenso pero con fuerte desnivel nos encontramos junto a las paredes rocosas de la peña. Las vistas de todo el entorno son fabulosas, el calar, el Poyo de Juan Domingo, el angosto valle de la Cerrada del Pintor, el vado de los Perrillos, el picón de los Halcones, el valle del arroyo de los Habares y de fondo la sierra de Cazorla…. Caminamos bajo las paredes de la peña hasta que llegamos al llamado Collado de los Pegueros, zona de unión entre la Peña de los Tornillos del Gualay de la que venimos y el final rocoso de la Loma de la Mesa a la que nos dirigimos. Esta zona se encuentra un tanto despejada de pinos y podemos observar unas buenas vistas de la zona superior de la Canaliega teniendo como fondo el tranco del Lobo.
Ponemos rumbo hacia las paredes rocosas y realizamos una pequeña subida y acercamiento a éstas para caminar otra vez bajo las paredes del promontorio rocoso. Al poco llegamos al paso que en fuerte ascenso y en dos tramos utilizaremos para encaramarnos a lo alto de la loma de la Mesa. Las panorámicas de la zona norte de la loma son cada vez más espectaculares, pudiendo ver además de los lugares mencionados anteriormente, los Poyos de la Mesa, que se sitúan abajo, por la izquierda.
Empezamos el cresteo de la loma en el que el caminar se dificulta ya que es una zona con gran cantidad de lascas sueltas típico de la zona en la que nos situamos. A la derecha podemos ver durante todo el tránsito la cañada y la loma de la Media Ánega.
Avanzamos por la loma y poco a poco, casi sin percibirlo vamos descendiendo, ya que realizamos cortas bajadas y subidas, hasta que nos cruzamos con el camino que cruza la loma, en las proximidades de la caseta de los forestales. Lo seguimos a la derecha en busca del carril de la cañada de la Media Ánega, al que accedemos poco después. Caminamos en dirección a la Nava del Espino durante unos momentos.
Al llegar al valle que se origina entre la Media Ánega y el monte de Navahondona, descendemos campo a través suavemente hasta que conectamos con el sendero por el que pasamos por la mañana, aquí solamente toca desandar nuestros pasos hasta la fuente de la Garganta donde acaba la excursión de éste día.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Circular
Distancia: 13,38 Km.
Tiempo estimado: 5:00 Horas
Altura mínima: 1.363 m.
Altura máxima: 1.699 m.
domingo, 18 de marzo de 2012
Subiendo a la cumbre del Cambrón PR-A-173
Vamos a efectuar en éste día una excursión de las programadas por el club de senderismo Villasender de Villacarrillo.
Se trata de recorrer el sendero de pequeño recorrido que asciende a la cumbre del Cambrón y cuya numeración es PR-A-173, enmarcado dentro de la red de senderos de la sierra de Segura.
Salimos desde el merendero de la fuente del Oso, junto a la casa forestal, siguiendo los carteles indicativos. El día se presenta gris con algunos momentos esporádicos en que luce el sol.
El sendero discurre en estos primeros momentos ascendiendo por una pista junto al arroyo de las Lagunillas hasta el collado del mismo nombre donde observamos unas buenas panorámicas de los montes de enfrente, con sus principales cumbres, Juan Fría y el Navazo, sobre el valle del arroyo de la Vaqueriza. Allí tomamos otra que nos sale por la derecha, que es la que va ascendiendo y bordeando la montaña.
Al principio caminamos por un tupido bosque de pinos y matorral, poco después llegamos al lugar que se conoce como el mirador, efectivamente es un mirador natural junto a una característica roca en el que podemos observar unas buenas panorámicas del valle del Guadalimar, El Yelmo, Bucentaina, Peñalta, teniendo como fondo las Banderillas, la sierra de las Villas y la de Cazorla en las que podemos distinguir sus cumbres más conocidas. Más a la derecha vemos también el valle del Onsares repleto de zonas de cultivo, sobre todo olivar, y al fondo las cumbres de Beas.
Seguimos nuestro camino teniendo siempre a la izquierda las impresionantes paredes rocosas de éste monte del Cambrón al que pretendemos subir.
La pista asciende levemente hasta que llegado a cierto lugar el desnivel aumenta para llegar al collado de Piedra, lugar donde se accede a la otra vertiente y en el que a partir de aquí tenemos unas buenas panorámicas de la zona del calar del Mundo, Villaverde del Guadalimar y Cotillas.
Continuamos nuestro camino rodeando y ascendiendo por la ladera de este promontorio, por esta pista que poco después acaba bajo las paredes rocosas. A partir de aquí seguimos por un sendero que recientemente han arreglado, incorporando una barandilla lateral y limpiando un poco el camino. En ésta zona, la senda toma su máximo desnivel, ya que tiene que salvar en poco espacio la altura desde donde acaba el carril hasta la cima de la cumbre, aprovechando prácticamente el único paso viable en el que se pudo trazar el sendero.
Ascendemos por el camino, trazando varias eses hasta que llegamos a la zona superior, que es un calar con casi llano, con alguna que otra pequeña ondulación por la que transcurre el sendero.
En ésta zona la abundante nubosidad nos impide tener buenas panorámicas que en otras circunstancias hubiéramos disfrutado bastante más.
Seguimos el claro sendero que nos conduce en un pequeño paseo por éste calar hasta la caseta de los forestales que se encuentra en la zona NO de la mole rocosa. En los alrededores de ésta caseta damos cuenta del almuerzo que portamos en un ambiente fresco pero disfrutando de las maravillosas panorámicas que se observan desde este privilegiado lugar.
Como el fresco nos empieza a resultar molesto conforme avanza el tiempo, tenemos que abandonar éste fantástico lugar, desandando el camino que hemos efectuado hasta el punto de partida, despidiéndonos de ésta montaña tan emblemática de nuestras sierras, con la intención de un pronto regreso en el que las condiciones climáticas sean más propicias y nos permitan que la estancia en la cima sea más duradera, pudiendo así deleitarnos más plenamente de la majestuosidad de ésta montaña.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Lineal
Distancia: 9,39 Km.
Tiempo estimado: 3:00 Horas
Altura mínima: 1.080 m.
Altura máxima: 1.551 m.
Dificultad: Baja
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
Se trata de recorrer el sendero de pequeño recorrido que asciende a la cumbre del Cambrón y cuya numeración es PR-A-173, enmarcado dentro de la red de senderos de la sierra de Segura.
Salimos desde el merendero de la fuente del Oso, junto a la casa forestal, siguiendo los carteles indicativos. El día se presenta gris con algunos momentos esporádicos en que luce el sol.
El sendero discurre en estos primeros momentos ascendiendo por una pista junto al arroyo de las Lagunillas hasta el collado del mismo nombre donde observamos unas buenas panorámicas de los montes de enfrente, con sus principales cumbres, Juan Fría y el Navazo, sobre el valle del arroyo de la Vaqueriza. Allí tomamos otra que nos sale por la derecha, que es la que va ascendiendo y bordeando la montaña.
Al principio caminamos por un tupido bosque de pinos y matorral, poco después llegamos al lugar que se conoce como el mirador, efectivamente es un mirador natural junto a una característica roca en el que podemos observar unas buenas panorámicas del valle del Guadalimar, El Yelmo, Bucentaina, Peñalta, teniendo como fondo las Banderillas, la sierra de las Villas y la de Cazorla en las que podemos distinguir sus cumbres más conocidas. Más a la derecha vemos también el valle del Onsares repleto de zonas de cultivo, sobre todo olivar, y al fondo las cumbres de Beas.
Seguimos nuestro camino teniendo siempre a la izquierda las impresionantes paredes rocosas de éste monte del Cambrón al que pretendemos subir.
La pista asciende levemente hasta que llegado a cierto lugar el desnivel aumenta para llegar al collado de Piedra, lugar donde se accede a la otra vertiente y en el que a partir de aquí tenemos unas buenas panorámicas de la zona del calar del Mundo, Villaverde del Guadalimar y Cotillas.
Continuamos nuestro camino rodeando y ascendiendo por la ladera de este promontorio, por esta pista que poco después acaba bajo las paredes rocosas. A partir de aquí seguimos por un sendero que recientemente han arreglado, incorporando una barandilla lateral y limpiando un poco el camino. En ésta zona, la senda toma su máximo desnivel, ya que tiene que salvar en poco espacio la altura desde donde acaba el carril hasta la cima de la cumbre, aprovechando prácticamente el único paso viable en el que se pudo trazar el sendero.
Ascendemos por el camino, trazando varias eses hasta que llegamos a la zona superior, que es un calar con casi llano, con alguna que otra pequeña ondulación por la que transcurre el sendero.
En ésta zona la abundante nubosidad nos impide tener buenas panorámicas que en otras circunstancias hubiéramos disfrutado bastante más.
Seguimos el claro sendero que nos conduce en un pequeño paseo por éste calar hasta la caseta de los forestales que se encuentra en la zona NO de la mole rocosa. En los alrededores de ésta caseta damos cuenta del almuerzo que portamos en un ambiente fresco pero disfrutando de las maravillosas panorámicas que se observan desde este privilegiado lugar.
Como el fresco nos empieza a resultar molesto conforme avanza el tiempo, tenemos que abandonar éste fantástico lugar, desandando el camino que hemos efectuado hasta el punto de partida, despidiéndonos de ésta montaña tan emblemática de nuestras sierras, con la intención de un pronto regreso en el que las condiciones climáticas sean más propicias y nos permitan que la estancia en la cima sea más duradera, pudiendo así deleitarnos más plenamente de la majestuosidad de ésta montaña.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Lineal
Distancia: 9,39 Km.
Tiempo estimado: 3:00 Horas
Altura mínima: 1.080 m.
Altura máxima: 1.551 m.
Dificultad: Baja
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
domingo, 11 de marzo de 2012
Excursión por el Puerto de Lezar y Empanadas desde Ramblaseca
Comenzamos nuestro recorrido de hoy en las inmediaciones del control de Ramblaseca, después de casi dos horas de camino desde Villacarrillo.
El día se presenta fresco y soleado, propio de la época en que nos encontramos.
Caminamos sobre la pista que atraviesa los Campos hasta Don Domingo, pronto nos encontramos a nuestra izquierda con el refugio forestal, echamos un vistazo y continuamos nuestro camino. El arbolado va desapareciendo y de pronto solamente nos queda la vista a nuestro alrededor de los páramos con algún que otro árbol y por lo demás monte bajo, piornos, etc. que sólo es apto para pastar el ganado. Al poco nos encontramos con los tornajos que existen a la salida del arroyo del Infierno, lugar por donde llegaremos al finalizar la excursión.
Seguimos por el carril hasta el próximo valle que nos sale a la derecha, donde se bifurca también una pista en esa dirección, ya que conduce a una finca agrícola en uso. Pasamos junto a ésta, poco después, el carril acaba y comienza un sendero poco claro. Ya estamos en las proximidades del puerto de Lezar, lo podemos ver frente a nosotros, en lo alto, es el paso natural que existe para entrar en la parte superior del rio Castril y para bajar por el camino del llamado Barranco del Puerto, en el cauce, hasta ésta ciudad homónima.
Efectuamos una pequeña ascensión hasta el mencionado puerto, y decidimos tomar el almuerzo en tan nombrado lugar. Las vistas desde éste lugar son buenas, vemos frente a nosotros la bajada del barranco al río Castril, a nuestra derecha comienza un promontorio rocoso con la Morra de la Osa que termina en el cerro de la Carrasca, y a su derecha, al fondo, vemos emerger la cresta del Empanadas, nuestro objetivo de hoy y que ya llevábamos observando desde un rato antes. Entre el cerro de la Carrasca y la mitad de la cuerda del Empanadas se sitúa, uniéndolos el collado Salistre, por donde pasaremos más tarde. La cuerda del Empanadas termina en las proximidades de esa tinada en lo que se denomina el Caballo. Seguimos girando la vista hacia la derecha y vemos el valle por donde vinimos que es la rambla del puerto de Lezar que va a dar al fondo, a los campos de Hernán Perea. Y terminando la panorámica, otro cerro que es el del Niño que va a dar a otro de más altura que es el de las Buitreras, que finaliza frente a nosotros con el Picón del Puerto.
Terminamos de almorzar y ponemos rumbo al collado Salistre por la ladera norte helada del cerro de la Carrasca. Vamos siguiendo un sendero que nos lleva hasta allí. Una vez allí nos encontramos con un cruce de senderos, el de enfrente baja el Barranco de Túnez por la casa del Maestrillo, pero nosotros tomamos a la derecha, cruzamos el collado y ascendemos por un sendero señalizado que discurre en diagonal por la ladera sur del caballo del Empanadas en dirección a éste.
Llegamos a la cumbre del caballo y caminamos por senderos muy perdidos teniendo en frente la cima del Empanadas que nos sirve de referencia. El último tramo de ascensión se intensifica un poco pero al final el esfuerzo merece la pena, llegamos a la cima más alta del parque y tenemos unas panorámicas inmejorables.
Nos encontramos allí con dos compañeros que han subido por el barranco de Túnez, y charlamos un rato con ellos. Después de las oportunas fotos de los paisajes que se observan desde ese privilegiado lugar emprendemos el camino bajando hacia el collado de la Rambla por un mar de piornos que existe en la ladera norte del Empanadas.
Pasamos por el que creemos que debe de ser el pino más alto de la sierra, inmortalizando el momento.
Llegando al collado nos vamos encontrando neveros que todavía existen y que se mantienen gracias a las bajas temperaturas que existen todavía allí.
Iniciamos la bajada hacia el Arroyo del Infierno, por un sendero que en estos momentos se oculta bajo el manto blanco de un gran nevero que se mantiene durante la primera parte de la bajada y que dificulta bastante el caminar, ya que la nieve está bastante profunda, a veces hasta la cintura.
Poco después podemos cambiar a la otra ladera, donde pega ya el sol, y no existe ya la nieve. Allí seguimos el sendero que nos va bajando paralelos al cauce, con algún que otro pequeño nevero.
Poco a poco la pendiente se va suavizando, y llega un momento en el que caminamos sin desnivel por el valle, vamos llegando a las proximidades de la casa forestal de la Cabrilla, que mantiene todavía unos formidables muros exteriores y parte de los pisos interiores. Esta construcción debió de tener cierta importancia dentro de las casas forestales que existían ya que tiene una factura impresionante.
Después de efectuar otra pequeña parada junto a esta construcción para reponer fuerzas, continuamos la marcha en un último tramo prácticamente llano, que nos pasea junto al cauce de éste arroyo del infierno.
Llegamos ya junto a los tornajos de Ramblaseca, donde conectamos con el carril que va desde éste lugar a Don Domingo, y giramos hacia la izquierda hacia el control de Ramblaseca, en donde terminamos el recorrido de hoy.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Circular
Distancia: 14,59 Km.
Tiempo estimado: 5:45 Horas
Altura mínima: 1.554 m.
Altura máxima: 2.103 m.
Dificultad: Media
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
El día se presenta fresco y soleado, propio de la época en que nos encontramos.
Caminamos sobre la pista que atraviesa los Campos hasta Don Domingo, pronto nos encontramos a nuestra izquierda con el refugio forestal, echamos un vistazo y continuamos nuestro camino. El arbolado va desapareciendo y de pronto solamente nos queda la vista a nuestro alrededor de los páramos con algún que otro árbol y por lo demás monte bajo, piornos, etc. que sólo es apto para pastar el ganado. Al poco nos encontramos con los tornajos que existen a la salida del arroyo del Infierno, lugar por donde llegaremos al finalizar la excursión.
Seguimos por el carril hasta el próximo valle que nos sale a la derecha, donde se bifurca también una pista en esa dirección, ya que conduce a una finca agrícola en uso. Pasamos junto a ésta, poco después, el carril acaba y comienza un sendero poco claro. Ya estamos en las proximidades del puerto de Lezar, lo podemos ver frente a nosotros, en lo alto, es el paso natural que existe para entrar en la parte superior del rio Castril y para bajar por el camino del llamado Barranco del Puerto, en el cauce, hasta ésta ciudad homónima.
Efectuamos una pequeña ascensión hasta el mencionado puerto, y decidimos tomar el almuerzo en tan nombrado lugar. Las vistas desde éste lugar son buenas, vemos frente a nosotros la bajada del barranco al río Castril, a nuestra derecha comienza un promontorio rocoso con la Morra de la Osa que termina en el cerro de la Carrasca, y a su derecha, al fondo, vemos emerger la cresta del Empanadas, nuestro objetivo de hoy y que ya llevábamos observando desde un rato antes. Entre el cerro de la Carrasca y la mitad de la cuerda del Empanadas se sitúa, uniéndolos el collado Salistre, por donde pasaremos más tarde. La cuerda del Empanadas termina en las proximidades de esa tinada en lo que se denomina el Caballo. Seguimos girando la vista hacia la derecha y vemos el valle por donde vinimos que es la rambla del puerto de Lezar que va a dar al fondo, a los campos de Hernán Perea. Y terminando la panorámica, otro cerro que es el del Niño que va a dar a otro de más altura que es el de las Buitreras, que finaliza frente a nosotros con el Picón del Puerto.
Terminamos de almorzar y ponemos rumbo al collado Salistre por la ladera norte helada del cerro de la Carrasca. Vamos siguiendo un sendero que nos lleva hasta allí. Una vez allí nos encontramos con un cruce de senderos, el de enfrente baja el Barranco de Túnez por la casa del Maestrillo, pero nosotros tomamos a la derecha, cruzamos el collado y ascendemos por un sendero señalizado que discurre en diagonal por la ladera sur del caballo del Empanadas en dirección a éste.
Llegamos a la cumbre del caballo y caminamos por senderos muy perdidos teniendo en frente la cima del Empanadas que nos sirve de referencia. El último tramo de ascensión se intensifica un poco pero al final el esfuerzo merece la pena, llegamos a la cima más alta del parque y tenemos unas panorámicas inmejorables.
Nos encontramos allí con dos compañeros que han subido por el barranco de Túnez, y charlamos un rato con ellos. Después de las oportunas fotos de los paisajes que se observan desde ese privilegiado lugar emprendemos el camino bajando hacia el collado de la Rambla por un mar de piornos que existe en la ladera norte del Empanadas.
Pasamos por el que creemos que debe de ser el pino más alto de la sierra, inmortalizando el momento.
Llegando al collado nos vamos encontrando neveros que todavía existen y que se mantienen gracias a las bajas temperaturas que existen todavía allí.
Iniciamos la bajada hacia el Arroyo del Infierno, por un sendero que en estos momentos se oculta bajo el manto blanco de un gran nevero que se mantiene durante la primera parte de la bajada y que dificulta bastante el caminar, ya que la nieve está bastante profunda, a veces hasta la cintura.
Poco después podemos cambiar a la otra ladera, donde pega ya el sol, y no existe ya la nieve. Allí seguimos el sendero que nos va bajando paralelos al cauce, con algún que otro pequeño nevero.
Poco a poco la pendiente se va suavizando, y llega un momento en el que caminamos sin desnivel por el valle, vamos llegando a las proximidades de la casa forestal de la Cabrilla, que mantiene todavía unos formidables muros exteriores y parte de los pisos interiores. Esta construcción debió de tener cierta importancia dentro de las casas forestales que existían ya que tiene una factura impresionante.
Después de efectuar otra pequeña parada junto a esta construcción para reponer fuerzas, continuamos la marcha en un último tramo prácticamente llano, que nos pasea junto al cauce de éste arroyo del infierno.
Llegamos ya junto a los tornajos de Ramblaseca, donde conectamos con el carril que va desde éste lugar a Don Domingo, y giramos hacia la izquierda hacia el control de Ramblaseca, en donde terminamos el recorrido de hoy.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Circular
Distancia: 14,59 Km.
Tiempo estimado: 5:45 Horas
Altura mínima: 1.554 m.
Altura máxima: 2.103 m.
Dificultad: Media
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
sábado, 3 de marzo de 2012
Visita a la cascada de la Palomera desde el Pantano del Aguascebas
Vamos a visitar la cascada de la Palomera, que se sitúa en el arroyo de Hoyo Redondo o de Plaza, depende, ya que a partir de donde se sitúa esta cascada, éste arroyo se puede llamar de las dos formas, efectuando la salida desde las cercanías del Pantano del Aguascebas.
Lo primero de todo es comentar, y justo es decirlo, que éste recorrido está sacado y basado en el libro “Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas - Guía del Excursionista” de Enrique A. Marín Fernández, el cual se ha tomado en su integridad, tal y como lo explica hasta la cascada. Desde allí, para el camino de vuelta hemos preferido hacerlo por un carril paralelo al principal que une los Arroyos de Plaza con el Cortijo de Caracho y la carretera transversal de las Villas.
Salimos desde la pequeña explanada existente frente al arranque de la pista que nos lleva a la cascada de Chorro Gil. En este punto dejamos el vehículo e iniciamos el recorrido a pie por el carril que hay unos metros más arriba del anterior. Caminamos por éste hasta que llegamos a un collado donde nos desviamos por otro a la derecha que nos llevará al poco a las ruinas del cortijo del coto de la Palomera. Desde allí tras atravesar el bancal abandonado que tenía, tomamos un pequeño sendero que nos baja por el valle, atravesando monte, algún que otro olivar y varias alambradas que atravesamos por sus correspondientes portillas, llegamos al cortijo de Oliver. Desde allí giramos hacia la izquierda en el carril y vemos frente a nosotros los farallones rocosos donde se encuentra la cascada hacia donde nos dirigimos. Avanzamos por el carril unos cientos de metros hasta que al llegar a la casa rural del Molino Viejo, abandonamos el carril por la derecha para vadear el arroyo y seguimos un sendero que asciende junto a la margen izquierda del arroyo por el que asciende también una manguera de agua la cual nos sirve de eficaz referencia. Llega un momento en el que hay que vadear otra vez el arroyo, cambiar a la margen derecha para iniciar una fuerte subida en busca de la roca que existe frente a la cascada.
Después de disfrutar de las maravillosas vistas de la cascada y de las paredes rocosas que nos rodean, toca desandar nuestros pasos hasta el cortijo de Oliver, donde en vez de volver por el camino que vinimos, continuamos por el carril principal en busca de otro paralelo por el que se asciende entre olivares y encinas hasta el cortijo de Caracho, lugar donde se une a la carretera transversal de las Villas, unos cientos de metros antes de nuestro destino final junto al automóvil.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Circular
Distancia: 10,90 Km.
Tiempo estimado: 4:00 Horas
Altura mínima: 830 m.
Altura máxima: 1.115 m.
Dificultad: Media
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
Lo primero de todo es comentar, y justo es decirlo, que éste recorrido está sacado y basado en el libro “Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas - Guía del Excursionista” de Enrique A. Marín Fernández, el cual se ha tomado en su integridad, tal y como lo explica hasta la cascada. Desde allí, para el camino de vuelta hemos preferido hacerlo por un carril paralelo al principal que une los Arroyos de Plaza con el Cortijo de Caracho y la carretera transversal de las Villas.
Salimos desde la pequeña explanada existente frente al arranque de la pista que nos lleva a la cascada de Chorro Gil. En este punto dejamos el vehículo e iniciamos el recorrido a pie por el carril que hay unos metros más arriba del anterior. Caminamos por éste hasta que llegamos a un collado donde nos desviamos por otro a la derecha que nos llevará al poco a las ruinas del cortijo del coto de la Palomera. Desde allí tras atravesar el bancal abandonado que tenía, tomamos un pequeño sendero que nos baja por el valle, atravesando monte, algún que otro olivar y varias alambradas que atravesamos por sus correspondientes portillas, llegamos al cortijo de Oliver. Desde allí giramos hacia la izquierda en el carril y vemos frente a nosotros los farallones rocosos donde se encuentra la cascada hacia donde nos dirigimos. Avanzamos por el carril unos cientos de metros hasta que al llegar a la casa rural del Molino Viejo, abandonamos el carril por la derecha para vadear el arroyo y seguimos un sendero que asciende junto a la margen izquierda del arroyo por el que asciende también una manguera de agua la cual nos sirve de eficaz referencia. Llega un momento en el que hay que vadear otra vez el arroyo, cambiar a la margen derecha para iniciar una fuerte subida en busca de la roca que existe frente a la cascada.
Después de disfrutar de las maravillosas vistas de la cascada y de las paredes rocosas que nos rodean, toca desandar nuestros pasos hasta el cortijo de Oliver, donde en vez de volver por el camino que vinimos, continuamos por el carril principal en busca de otro paralelo por el que se asciende entre olivares y encinas hasta el cortijo de Caracho, lugar donde se une a la carretera transversal de las Villas, unos cientos de metros antes de nuestro destino final junto al automóvil.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Circular
Distancia: 10,90 Km.
Tiempo estimado: 4:00 Horas
Altura mínima: 830 m.
Altura máxima: 1.115 m.
Dificultad: Media
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
domingo, 19 de febrero de 2012
Caminando por el sendero PR-A-175 "Circular Peña del Olivar"
Nos disponemos a efectuar esta excursión que es la primera que realiza éste año el club de senderismo Villasender. Se trata de efectuar el recorrido del sendero señalizado como PR-A-175 y llamado Circular Peña del Olivar. Llegamos a ésta área recreativa o merendero de la Peña del Olivar, después de haber pasado por La Puerta de Segura y en el cruce anterior a Siles girar a la derecha en dirección a las Acebeas.
Dejamos los automóviles en la explanada, allí existen carteles explicativos, no solo de éste recorrido y otros, sino también sobre la flora y fauna de la zona.
Comenzamos el recorrido siguiendo la pista que asciende sobre el área recreativa y que rodea el cerro, en sentido inverso a las agujas del reloj, pasando junto a la fuente del Noguerón. Poco a poco al ascender, vamos teniendo cada vez mejores vistas de Siles y su vega teniendo de fondo el Cambrón y su entorno.
Poco después dejamos la pista y cogemos un sendero que asciende con más desnivel por la ladera, aunque debido al trazado de éste, no se tenga uno que esforzar en demasía.
Nos cruzamos primeramente con el carril que sale del cortijo del Covachuelo, y que circunvala igualmente el Bucentaina pero a más altura que el primero que recorrimos. Aquí hay que andar un poco hacia la izquierda en busca del sendero que se bifurca ladera arriba por la derecha de éste y que nos va a llevar a un collado y explanada donde almorzaremos bajo un sol que en estos momentos poco calienta.
A partir de ahora disfrutaremos de unas buenas panorámicas, siempre a nuestra izquierda, del Puntal de la Ajedrea, el arroyo del barranco de los Tejos y del calarejo Chico.
Una vez repuestos, continuamos la marcha sobre otro carril que nos pasa al lado de donde almorzamos. Éste igualmente que los anteriores rodea el cerro pero a más altura y viene de la zona de la Fresnedilla. Lo seguimos unos metros en dirección a estas casas hasta que por la derecha se separa el sendero señalizado con un cartel.
A partir de ahora se camina sin dificultad manteniendo la cota con algunas pequeñas bajadas y subidas. Lo hacemos por la ladera este del cerro Bucentaina hacia el collado que lo separa de la piedra del Agujero.
Llegados a éste collado, se pueden observar, además de las que venimos teniendo en el último tramo, vistas de la zona oeste de éste monte donde nos encontramos, observando frente a nosotros la mole rocosa de la piedra del Agujero por la parte norte, la ladera oeste de esta roca, al fondo tenemos el Yelmo por su parte trasera y más a la derecha Peñalta al que también observamos desde una posición poco habitual.
Pasamos ahora bajo el promontorio rocoso donde se encuentra el Agujero. Por una zona de umbría en el que se conservan todavía restos de la nieve caída anteriormente y que en el paso que existe complica un poco la bajada. Al llegar otra vez a la zona soleada, podemos observar ya las casas de la Fresnedilla en el valle y al fondo los farallones rocosos de la zona norte del monte de las Acebeas.
Poco más adelante podemos ver sobre nosotros la piedra del Agujero, una señal junto al camino nos indica el sendero si se quiere subir junto a ella. Seguimos nuestro caminar pasando bajo estos farallones rocosos y llegamos a la zona de la Fresnedilla, donde iniciamos el descenso por el valle, combinando senderos y pistas, junto a terrenos cultivados.
Se cruza la carretera que va a las Acebeas, pasando a la otra vertiente del valle, caminando por un sendero paralelo a la carretera. La marcha ahora transcurre entre manchas de olivos y pinos, conectamos con un carril, que es el que conduce al cortijo del Mochuelo, y lo seguimos hasta su comienzo en la carretera.
Solo nos queda seguir por ella poco más de un Kilómetro, disfrutando de una buena masa de pinos que nos rodea y del sonido del agua del arroyo que nos acompaña hasta el final de nuestro recorrido.Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Circular
Distancia: 10,22 Km.
Tiempo estimado: 4:00 Horas
Altura mínima: 779 m.
Altura máxima: 1.220 m.
Dificultad: Media.
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
domingo, 15 de enero de 2012
El Pino de la Entrega desde Puerto Llano
Pudiera ser éste recorrido el más cómodo y corto para el que quiera contemplar éste magnífico ejemplar de pino. El caso es que el coche lo dejamos en Puerto Llano y nos disponemos a dirigirnos dando un pequeño, y gélido, paseo hasta llegar junto a él.
Caminamos primeramente por la llanura que conforma éste puerto, en dirección éste, pasando junto a ejemplares de gran tamaño, se dice que en ésta planicie existe una gran concentración de grandes pinos, y a la vista de lo que vemos, doy fe de que efectivamente haber grandes pinos, los hay.
Nos encaminamos primeramente hacia la ladera que existe al final, remontándola en dirección NO, y cuando ya vemos que estamos más o menos a la misma altura de la cresta de la loma del Cagasebo, vamos girando hacia la izquierda hasta que llegamos a la zona por donde pasamos en excursiones anteriores. A medida que ascendemos las vistas mejoran pudiendo observar además del Cabañas, siempre omnipresente, la zona de Peña Flores, Las Palomas, etc., por la parte de la izquierda de nuestro caminar. Poco a poco va asomando el imponente Aguilón y al caminar por el Cagasebo, se nos presentará en toda su inmensidad, ya que se contemplará desde el collado Angosto.
En esta zona pasamos también junto a ejemplares de pino que debido a la dureza del clima, han adoptado formas de crecimiento muy extremas.
Mientras caminamos por la cresta, las panorámicas que se observan a diestra y siniestra son espectaculares y se disfruta bastante.
Después de un rato, nos topamos de bruces con éste pino que andábamos buscando. Ya que éste nos es un ejemplar alto, ni esbelto que se pudiera divisar desde la lejanía. Al contrario es grueso y “achaparrado”, como consecuencia de su adaptación a las duras inclemencias del tiempo, de tal manera que como no sepas su situación, puedes tardar en encontrarlo.
Junto a él nos quedamos hasta que por necesidad de horario tenemos que abandonarlo por el mismo camino por el que llegamos, pero con la intención de volver a contemplarlo en cuanto sea posible.Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Lineal
Distancia: 4,55 Km.
Tiempo estimado: 1:25 Horas
Altura mínima: 1.744 m.
Altura máxima: 1.864 m.
Dificultad: Baja
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
domingo, 8 de enero de 2012
Caminando por el PR-A-199 "Circular Prado Maguillo"
Tratamos de efectuar, en éste frío día de enero, la
excursión que aparece en el título. Se trata de un PR señalizado que nos va a
llevar a dar un bonito paseo por estos lugares de la sierra de Segura.
Llegamos en automóvil a las inmediaciones de Prado Maguillo,
dejamos el vehículo y enseguida vemos los carteles de señalización del PR. Un
recorrido circular que vamos a efectuar en sentido contrario a las agujas del
reloj.
Pasamos junto a ésta aldea y enseguida seguimos por el
carril caminando por la Cañada del Saúcar, teniendo a nuestra derecha el bonito
valle y como fondo el Poyo Gavilán, la Raja y El Calarico que nos tapan la
visión del calar del Cobo y el puntal de la Misa que se sitúan justo detrás de
éstos. Hay un momento en el que se puede divisar la garita de los forestales en
la abertura de la Raja.
Al pasar el cortijo de la Cañada del Saúcar y el desvío a la
derecha del carril que asciende al Puntal, tomamos una pista que sale a la
izquierda. Ésta va ascendiendo en un primer tramo por la ladera hasta que la
remonta en un bonito collado.
A partir de éste momento descendemos por un valle en el que
hace unos años hubo un incendio, por lo que la ladera derecha, que remonta al
calar del Cobos, presenta un panorama
desolador y despoblado de pinos, aunque ya se ve creciendo matorral.
Abajo en el valle, cercanos ya a la cortijada de prado
Espinosilla vemos pastar un par de ciervas con sus vástagos que, al vernos
huyen despavoridas.
Ya en la mencionada cortijada, decidimos hacer una parada y
almorzar, disfrutando del entorno en este bonito lugar, pues tiene una buena
fuente y árboles frutales que nos cobijan y dan sombra en el calor del verano y
unos huertos.
Reanudamos la marcha, ahora por sendero en busca del arroyo
de la cuesta del Majano. Éste arroyo se nos cruza de derecha a izquierda, por
lo que la senda gira en principio por la margen izquierda, para, poco más
adelante cruzar a la derecha. Al poco llegamos al cortijo de la Tobilla,
seguimos por el sendero ladera abajo por una zona en el que el valle se cierra
un poco, hasta que al llegar a una zona donde el valle se abre, a los pocos
metros vadeamos el arroyo y atrochamos por una pendiente hasta dar con la pista
que conduce desde la Morringa a Prado Maguillo.
Tomamos en esta pista a la izquierda, hacia Prado Maguillo, por
el que discurre también el GR-147 de la Sierra Profunda que va de Santiago de
la Espada a Siles, hasta el final de nuestro recorrido de hoy. Vamos
ascendiendo poco a poco, entre una tupida masa forestal, hasta que llegamos al
collado de Prado Puerto, donde se nos muestra ya la otra vertiente y donde podemos
observar frente a nosotros los farallones rocosos donde se asienta la Raja y
sus aledaños.
Bajamos por éste carril un poco y llegamos a un claro donde
existe un mirador natural donde se pueden observar buenas panorámicas de todo
el entorno, Prado Maguillo, el valle y al fondo los imponente paredones del
Poyo Gavilán, el Calarico y la Raja, pudiendo ver también detrás algo del
Puntal de la Misa.
Seguimos
nuestro camino y después de unos cientos de metros descendiendo llegamos al
final de nuestro recorrido de hoy, Prado Maguillo.Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Circular
Distancia: 13,86 Km.
Tiempo estimado: 4:00 Horas
Altura mínima: 1.203 m.
Altura máxima: 1.458 m.
Dificultad: Baja
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
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