Vamos a efectuar en éste día una excursión de las programadas por el club de senderismo Villasender de Villacarrillo.
Se trata de recorrer el sendero de pequeño recorrido que asciende a la cumbre del Cambrón y cuya numeración es PR-A-173, enmarcado dentro de la red de senderos de la sierra de Segura.
Salimos desde el merendero de la fuente del Oso, junto a la casa forestal, siguiendo los carteles indicativos. El día se presenta gris con algunos momentos esporádicos en que luce el sol.
El sendero discurre en estos primeros momentos ascendiendo por una pista junto al arroyo de las Lagunillas hasta el collado del mismo nombre donde observamos unas buenas panorámicas de los montes de enfrente, con sus principales cumbres, Juan Fría y el Navazo, sobre el valle del arroyo de la Vaqueriza. Allí tomamos otra que nos sale por la derecha, que es la que va ascendiendo y bordeando la montaña.
Al principio caminamos por un tupido bosque de pinos y matorral, poco después llegamos al lugar que se conoce como el mirador, efectivamente es un mirador natural junto a una característica roca en el que podemos observar unas buenas panorámicas del valle del Guadalimar, El Yelmo, Bucentaina, Peñalta, teniendo como fondo las Banderillas, la sierra de las Villas y la de Cazorla en las que podemos distinguir sus cumbres más conocidas. Más a la derecha vemos también el valle del Onsares repleto de zonas de cultivo, sobre todo olivar, y al fondo las cumbres de Beas.
Seguimos nuestro camino teniendo siempre a la izquierda las impresionantes paredes rocosas de éste monte del Cambrón al que pretendemos subir.
La pista asciende levemente hasta que llegado a cierto lugar el desnivel aumenta para llegar al collado de Piedra, lugar donde se accede a la otra vertiente y en el que a partir de aquí tenemos unas buenas panorámicas de la zona del calar del Mundo, Villaverde del Guadalimar y Cotillas.
Continuamos nuestro camino rodeando y ascendiendo por la ladera de este promontorio, por esta pista que poco después acaba bajo las paredes rocosas. A partir de aquí seguimos por un sendero que recientemente han arreglado, incorporando una barandilla lateral y limpiando un poco el camino. En ésta zona, la senda toma su máximo desnivel, ya que tiene que salvar en poco espacio la altura desde donde acaba el carril hasta la cima de la cumbre, aprovechando prácticamente el único paso viable en el que se pudo trazar el sendero.
Ascendemos por el camino, trazando varias eses hasta que llegamos a la zona superior, que es un calar con casi llano, con alguna que otra pequeña ondulación por la que transcurre el sendero.
En ésta zona la abundante nubosidad nos impide tener buenas panorámicas que en otras circunstancias hubiéramos disfrutado bastante más.
Seguimos el claro sendero que nos conduce en un pequeño paseo por éste calar hasta la caseta de los forestales que se encuentra en la zona NO de la mole rocosa. En los alrededores de ésta caseta damos cuenta del almuerzo que portamos en un ambiente fresco pero disfrutando de las maravillosas panorámicas que se observan desde este privilegiado lugar.
Como el fresco nos empieza a resultar molesto conforme avanza el tiempo, tenemos que abandonar éste fantástico lugar, desandando el camino que hemos efectuado hasta el punto de partida, despidiéndonos de ésta montaña tan emblemática de nuestras sierras, con la intención de un pronto regreso en el que las condiciones climáticas sean más propicias y nos permitan que la estancia en la cima sea más duradera, pudiendo así deleitarnos más plenamente de la majestuosidad de ésta montaña.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Lineal
Distancia: 9,39 Km.
Tiempo estimado: 3:00 Horas
Altura mínima: 1.080 m.
Altura máxima: 1.551 m.
Dificultad: Baja
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
Una visión de la naturaleza a través de las excursiones de Juan Ignacio Serrano Quesada
domingo, 18 de marzo de 2012
domingo, 11 de marzo de 2012
Excursión por el Puerto de Lezar y Empanadas desde Ramblaseca
Comenzamos nuestro recorrido de hoy en las inmediaciones del control de Ramblaseca, después de casi dos horas de camino desde Villacarrillo.
El día se presenta fresco y soleado, propio de la época en que nos encontramos.
Caminamos sobre la pista que atraviesa los Campos hasta Don Domingo, pronto nos encontramos a nuestra izquierda con el refugio forestal, echamos un vistazo y continuamos nuestro camino. El arbolado va desapareciendo y de pronto solamente nos queda la vista a nuestro alrededor de los páramos con algún que otro árbol y por lo demás monte bajo, piornos, etc. que sólo es apto para pastar el ganado. Al poco nos encontramos con los tornajos que existen a la salida del arroyo del Infierno, lugar por donde llegaremos al finalizar la excursión.
Seguimos por el carril hasta el próximo valle que nos sale a la derecha, donde se bifurca también una pista en esa dirección, ya que conduce a una finca agrícola en uso. Pasamos junto a ésta, poco después, el carril acaba y comienza un sendero poco claro. Ya estamos en las proximidades del puerto de Lezar, lo podemos ver frente a nosotros, en lo alto, es el paso natural que existe para entrar en la parte superior del rio Castril y para bajar por el camino del llamado Barranco del Puerto, en el cauce, hasta ésta ciudad homónima.
Efectuamos una pequeña ascensión hasta el mencionado puerto, y decidimos tomar el almuerzo en tan nombrado lugar. Las vistas desde éste lugar son buenas, vemos frente a nosotros la bajada del barranco al río Castril, a nuestra derecha comienza un promontorio rocoso con la Morra de la Osa que termina en el cerro de la Carrasca, y a su derecha, al fondo, vemos emerger la cresta del Empanadas, nuestro objetivo de hoy y que ya llevábamos observando desde un rato antes. Entre el cerro de la Carrasca y la mitad de la cuerda del Empanadas se sitúa, uniéndolos el collado Salistre, por donde pasaremos más tarde. La cuerda del Empanadas termina en las proximidades de esa tinada en lo que se denomina el Caballo. Seguimos girando la vista hacia la derecha y vemos el valle por donde vinimos que es la rambla del puerto de Lezar que va a dar al fondo, a los campos de Hernán Perea. Y terminando la panorámica, otro cerro que es el del Niño que va a dar a otro de más altura que es el de las Buitreras, que finaliza frente a nosotros con el Picón del Puerto.
Terminamos de almorzar y ponemos rumbo al collado Salistre por la ladera norte helada del cerro de la Carrasca. Vamos siguiendo un sendero que nos lleva hasta allí. Una vez allí nos encontramos con un cruce de senderos, el de enfrente baja el Barranco de Túnez por la casa del Maestrillo, pero nosotros tomamos a la derecha, cruzamos el collado y ascendemos por un sendero señalizado que discurre en diagonal por la ladera sur del caballo del Empanadas en dirección a éste.
Llegamos a la cumbre del caballo y caminamos por senderos muy perdidos teniendo en frente la cima del Empanadas que nos sirve de referencia. El último tramo de ascensión se intensifica un poco pero al final el esfuerzo merece la pena, llegamos a la cima más alta del parque y tenemos unas panorámicas inmejorables.
Nos encontramos allí con dos compañeros que han subido por el barranco de Túnez, y charlamos un rato con ellos. Después de las oportunas fotos de los paisajes que se observan desde ese privilegiado lugar emprendemos el camino bajando hacia el collado de la Rambla por un mar de piornos que existe en la ladera norte del Empanadas.
Pasamos por el que creemos que debe de ser el pino más alto de la sierra, inmortalizando el momento.
Llegando al collado nos vamos encontrando neveros que todavía existen y que se mantienen gracias a las bajas temperaturas que existen todavía allí.
Iniciamos la bajada hacia el Arroyo del Infierno, por un sendero que en estos momentos se oculta bajo el manto blanco de un gran nevero que se mantiene durante la primera parte de la bajada y que dificulta bastante el caminar, ya que la nieve está bastante profunda, a veces hasta la cintura.
Poco después podemos cambiar a la otra ladera, donde pega ya el sol, y no existe ya la nieve. Allí seguimos el sendero que nos va bajando paralelos al cauce, con algún que otro pequeño nevero.
Poco a poco la pendiente se va suavizando, y llega un momento en el que caminamos sin desnivel por el valle, vamos llegando a las proximidades de la casa forestal de la Cabrilla, que mantiene todavía unos formidables muros exteriores y parte de los pisos interiores. Esta construcción debió de tener cierta importancia dentro de las casas forestales que existían ya que tiene una factura impresionante.
Después de efectuar otra pequeña parada junto a esta construcción para reponer fuerzas, continuamos la marcha en un último tramo prácticamente llano, que nos pasea junto al cauce de éste arroyo del infierno.
Llegamos ya junto a los tornajos de Ramblaseca, donde conectamos con el carril que va desde éste lugar a Don Domingo, y giramos hacia la izquierda hacia el control de Ramblaseca, en donde terminamos el recorrido de hoy.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Circular
Distancia: 14,59 Km.
Tiempo estimado: 5:45 Horas
Altura mínima: 1.554 m.
Altura máxima: 2.103 m.
Dificultad: Media
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
El día se presenta fresco y soleado, propio de la época en que nos encontramos.
Caminamos sobre la pista que atraviesa los Campos hasta Don Domingo, pronto nos encontramos a nuestra izquierda con el refugio forestal, echamos un vistazo y continuamos nuestro camino. El arbolado va desapareciendo y de pronto solamente nos queda la vista a nuestro alrededor de los páramos con algún que otro árbol y por lo demás monte bajo, piornos, etc. que sólo es apto para pastar el ganado. Al poco nos encontramos con los tornajos que existen a la salida del arroyo del Infierno, lugar por donde llegaremos al finalizar la excursión.
Seguimos por el carril hasta el próximo valle que nos sale a la derecha, donde se bifurca también una pista en esa dirección, ya que conduce a una finca agrícola en uso. Pasamos junto a ésta, poco después, el carril acaba y comienza un sendero poco claro. Ya estamos en las proximidades del puerto de Lezar, lo podemos ver frente a nosotros, en lo alto, es el paso natural que existe para entrar en la parte superior del rio Castril y para bajar por el camino del llamado Barranco del Puerto, en el cauce, hasta ésta ciudad homónima.
Efectuamos una pequeña ascensión hasta el mencionado puerto, y decidimos tomar el almuerzo en tan nombrado lugar. Las vistas desde éste lugar son buenas, vemos frente a nosotros la bajada del barranco al río Castril, a nuestra derecha comienza un promontorio rocoso con la Morra de la Osa que termina en el cerro de la Carrasca, y a su derecha, al fondo, vemos emerger la cresta del Empanadas, nuestro objetivo de hoy y que ya llevábamos observando desde un rato antes. Entre el cerro de la Carrasca y la mitad de la cuerda del Empanadas se sitúa, uniéndolos el collado Salistre, por donde pasaremos más tarde. La cuerda del Empanadas termina en las proximidades de esa tinada en lo que se denomina el Caballo. Seguimos girando la vista hacia la derecha y vemos el valle por donde vinimos que es la rambla del puerto de Lezar que va a dar al fondo, a los campos de Hernán Perea. Y terminando la panorámica, otro cerro que es el del Niño que va a dar a otro de más altura que es el de las Buitreras, que finaliza frente a nosotros con el Picón del Puerto.
Terminamos de almorzar y ponemos rumbo al collado Salistre por la ladera norte helada del cerro de la Carrasca. Vamos siguiendo un sendero que nos lleva hasta allí. Una vez allí nos encontramos con un cruce de senderos, el de enfrente baja el Barranco de Túnez por la casa del Maestrillo, pero nosotros tomamos a la derecha, cruzamos el collado y ascendemos por un sendero señalizado que discurre en diagonal por la ladera sur del caballo del Empanadas en dirección a éste.
Llegamos a la cumbre del caballo y caminamos por senderos muy perdidos teniendo en frente la cima del Empanadas que nos sirve de referencia. El último tramo de ascensión se intensifica un poco pero al final el esfuerzo merece la pena, llegamos a la cima más alta del parque y tenemos unas panorámicas inmejorables.
Nos encontramos allí con dos compañeros que han subido por el barranco de Túnez, y charlamos un rato con ellos. Después de las oportunas fotos de los paisajes que se observan desde ese privilegiado lugar emprendemos el camino bajando hacia el collado de la Rambla por un mar de piornos que existe en la ladera norte del Empanadas.
Pasamos por el que creemos que debe de ser el pino más alto de la sierra, inmortalizando el momento.
Llegando al collado nos vamos encontrando neveros que todavía existen y que se mantienen gracias a las bajas temperaturas que existen todavía allí.
Iniciamos la bajada hacia el Arroyo del Infierno, por un sendero que en estos momentos se oculta bajo el manto blanco de un gran nevero que se mantiene durante la primera parte de la bajada y que dificulta bastante el caminar, ya que la nieve está bastante profunda, a veces hasta la cintura.
Poco después podemos cambiar a la otra ladera, donde pega ya el sol, y no existe ya la nieve. Allí seguimos el sendero que nos va bajando paralelos al cauce, con algún que otro pequeño nevero.
Poco a poco la pendiente se va suavizando, y llega un momento en el que caminamos sin desnivel por el valle, vamos llegando a las proximidades de la casa forestal de la Cabrilla, que mantiene todavía unos formidables muros exteriores y parte de los pisos interiores. Esta construcción debió de tener cierta importancia dentro de las casas forestales que existían ya que tiene una factura impresionante.
Después de efectuar otra pequeña parada junto a esta construcción para reponer fuerzas, continuamos la marcha en un último tramo prácticamente llano, que nos pasea junto al cauce de éste arroyo del infierno.
Llegamos ya junto a los tornajos de Ramblaseca, donde conectamos con el carril que va desde éste lugar a Don Domingo, y giramos hacia la izquierda hacia el control de Ramblaseca, en donde terminamos el recorrido de hoy.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Circular
Distancia: 14,59 Km.
Tiempo estimado: 5:45 Horas
Altura mínima: 1.554 m.
Altura máxima: 2.103 m.
Dificultad: Media
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
sábado, 3 de marzo de 2012
Visita a la cascada de la Palomera desde el Pantano del Aguascebas
Vamos a visitar la cascada de la Palomera, que se sitúa en el arroyo de Hoyo Redondo o de Plaza, depende, ya que a partir de donde se sitúa esta cascada, éste arroyo se puede llamar de las dos formas, efectuando la salida desde las cercanías del Pantano del Aguascebas.
Lo primero de todo es comentar, y justo es decirlo, que éste recorrido está sacado y basado en el libro “Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas - Guía del Excursionista” de Enrique A. Marín Fernández, el cual se ha tomado en su integridad, tal y como lo explica hasta la cascada. Desde allí, para el camino de vuelta hemos preferido hacerlo por un carril paralelo al principal que une los Arroyos de Plaza con el Cortijo de Caracho y la carretera transversal de las Villas.
Salimos desde la pequeña explanada existente frente al arranque de la pista que nos lleva a la cascada de Chorro Gil. En este punto dejamos el vehículo e iniciamos el recorrido a pie por el carril que hay unos metros más arriba del anterior. Caminamos por éste hasta que llegamos a un collado donde nos desviamos por otro a la derecha que nos llevará al poco a las ruinas del cortijo del coto de la Palomera. Desde allí tras atravesar el bancal abandonado que tenía, tomamos un pequeño sendero que nos baja por el valle, atravesando monte, algún que otro olivar y varias alambradas que atravesamos por sus correspondientes portillas, llegamos al cortijo de Oliver. Desde allí giramos hacia la izquierda en el carril y vemos frente a nosotros los farallones rocosos donde se encuentra la cascada hacia donde nos dirigimos. Avanzamos por el carril unos cientos de metros hasta que al llegar a la casa rural del Molino Viejo, abandonamos el carril por la derecha para vadear el arroyo y seguimos un sendero que asciende junto a la margen izquierda del arroyo por el que asciende también una manguera de agua la cual nos sirve de eficaz referencia. Llega un momento en el que hay que vadear otra vez el arroyo, cambiar a la margen derecha para iniciar una fuerte subida en busca de la roca que existe frente a la cascada.
Después de disfrutar de las maravillosas vistas de la cascada y de las paredes rocosas que nos rodean, toca desandar nuestros pasos hasta el cortijo de Oliver, donde en vez de volver por el camino que vinimos, continuamos por el carril principal en busca de otro paralelo por el que se asciende entre olivares y encinas hasta el cortijo de Caracho, lugar donde se une a la carretera transversal de las Villas, unos cientos de metros antes de nuestro destino final junto al automóvil.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Circular
Distancia: 10,90 Km.
Tiempo estimado: 4:00 Horas
Altura mínima: 830 m.
Altura máxima: 1.115 m.
Dificultad: Media
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
Lo primero de todo es comentar, y justo es decirlo, que éste recorrido está sacado y basado en el libro “Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas - Guía del Excursionista” de Enrique A. Marín Fernández, el cual se ha tomado en su integridad, tal y como lo explica hasta la cascada. Desde allí, para el camino de vuelta hemos preferido hacerlo por un carril paralelo al principal que une los Arroyos de Plaza con el Cortijo de Caracho y la carretera transversal de las Villas.
Salimos desde la pequeña explanada existente frente al arranque de la pista que nos lleva a la cascada de Chorro Gil. En este punto dejamos el vehículo e iniciamos el recorrido a pie por el carril que hay unos metros más arriba del anterior. Caminamos por éste hasta que llegamos a un collado donde nos desviamos por otro a la derecha que nos llevará al poco a las ruinas del cortijo del coto de la Palomera. Desde allí tras atravesar el bancal abandonado que tenía, tomamos un pequeño sendero que nos baja por el valle, atravesando monte, algún que otro olivar y varias alambradas que atravesamos por sus correspondientes portillas, llegamos al cortijo de Oliver. Desde allí giramos hacia la izquierda en el carril y vemos frente a nosotros los farallones rocosos donde se encuentra la cascada hacia donde nos dirigimos. Avanzamos por el carril unos cientos de metros hasta que al llegar a la casa rural del Molino Viejo, abandonamos el carril por la derecha para vadear el arroyo y seguimos un sendero que asciende junto a la margen izquierda del arroyo por el que asciende también una manguera de agua la cual nos sirve de eficaz referencia. Llega un momento en el que hay que vadear otra vez el arroyo, cambiar a la margen derecha para iniciar una fuerte subida en busca de la roca que existe frente a la cascada.
Después de disfrutar de las maravillosas vistas de la cascada y de las paredes rocosas que nos rodean, toca desandar nuestros pasos hasta el cortijo de Oliver, donde en vez de volver por el camino que vinimos, continuamos por el carril principal en busca de otro paralelo por el que se asciende entre olivares y encinas hasta el cortijo de Caracho, lugar donde se une a la carretera transversal de las Villas, unos cientos de metros antes de nuestro destino final junto al automóvil.
Datos Técnicos:
Tipo de recorrido: Circular
Distancia: 10,90 Km.
Tiempo estimado: 4:00 Horas
Altura mínima: 830 m.
Altura máxima: 1.115 m.
Dificultad: Media
Mapa, Perfil, Reportaje Fotográfico
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